Lago (IV)

No son buenas noticias. En su columna pasada, Alfred Kaltschmitt comenta que estuvo averiguando sobre los atrasos en la planta de tratamientos de agua en Panajachel, y le dijeron que prácticamente está como al principio del desastre, faltan tantos trámites burocráticos, que con suerte en 2,010 estará funcionando. Mientras tanto, El volcán Santo Tomás o Pecul, ubicado entre los departamentos de Quetzaltenango, Suchitepéquez y Sololá, se está quemando desde hace más de diez días. El fuego consumió ya 350 hectáreas de bosque (incluidas las reservas del Abies guatemalensis) y amenaza con extenderse y acabar con mucha vida animal. Todo esto también tendrá repercusiones en el Lago de Atitlán.Es urgente que se tomen medidas a corto y a largo plazo. Debemos empezar con lo que tenemos. Existe un ejército con presupuesto, que en tiempos de paz, podría y debería dedicarse a cuestiones ambientales (apagar incendios, cuidar reservas, evitar la tala inmoderada de árboles, etcétera).Por otro lado, es ilógico que las empresas que contaminan el ambiente paguen la misma cantidad de impuestos que las que cuidan su entorno y toman medidas para mitigar su impacto en los ecosistemas. Es urgente que en Guatemala se comiencen a implementar los sellos verdes para hoteles, restaurantes e industrias que cuiden el ambiente. El consumidor también tendría la información necesaria para poder escoger entre comprar un producto dañino para el ecosistema o uno amigable. No estaría mal que los medios de comunicación grandes se comprometan más con los temas ambientales para que los ciudadanos tengamos herramientas para saber en qué mundo queremos vivir y cómo lograrlo.
(Lucha libre del miércoles 24 de febrero del 2008 publicada en elperiodico)

Del lago III

Según encuestas a cargo del científico Juan Skinner o Juanito Channel, ocho de cada diez residentes en el Lago de Atitlán estarían dispuestos a trabajar como voluntarios en pro de la conservación de este recurso natural.

¿Asombroso no? Sin embargo esta mano de obra que podría ser gratuita, se desperdicia ya que no existe un ente capaz de motivar, aglutinar y encausar a tanto entusiasta. He visto turistas y locales recogiendo basura de la playa, poniéndolas en bolsas y veo también su decepción cuando el camión municipal nunca pasa y las bolsas son rotas por los perros y todo comienza de nuevo.

El plástico es mínimo comparado con la contaminación a causa de las heces fecales, que además de no ser estéticas, traen enfermedades e infecciones graves. Aunque una super planta de tratamiento de aguas negras es lo que se merece el Lago de Atitlán, no podemos esperar a que las condiciones económicas y burocráticas sean las ideales para construirlas. Pero con una inversión mínima construyendo fosas de rebalse (que apestan si, pero disminuyen la contaminación) se ganaría un sesenta por ciento de pureza en las aguas negras que regresan al lago. Estudios y gente capaz de hacerlo, hay miles. Pero quizá si la comisión no es grande, o si no hay comisión, no es un trabajo que les interese a los alcaldes de la cuenca.

Pienso que una forma de agenciarse de recursos y mano de obra gratuita sería que los delitos menores cometidos en el Lago de Atitlán (manejar ebrio, insultar a un policía, pelearse con el dealer, robar un chalet) tuvieran la opción de ser redimidos a través del servicio comunitario de limpieza. En lugar de horas de ocio en la cárcel tendrían horas de separación de orgánico e inorgánico, de barrer las calles y recoger envases o plásticos. Esto evitaría que las cárceles se saturen y les daría a los ofensores dignidad a través del trabajo.

(Lucha Libre del miércoles 18 de febrero del 2009 en elPeriódico)

El grito en el desierto

Soy la mujer que grita en el desierto, la que nadie escucha. Así me dijo mientras se alejaba sin voltear a ver si quiera. No supe reaccionar, y me pasé casi todo el día pensando en esa imagen tan conocida para mí, tan cercana y al mismo tiempo tan bizarra.

Los vehículos no dejaban de bocinar, estábamos atascados en medio del infernal cruce urbano de arterias saturadas de publicidad. Los mensajes eran demasiados, había mucho ruido, y eso me recordaba demasiado mis clases en la universidad, cuando estudiaba los pasos de la comunicación asertiva.

Había mucho ruido, la interferencia no me dejaría escuchar el mensaje. Mi mensaje nunca sería entendido por las masas. No llegaría a nadie, moriría sin haber nacido, perdido quizá en ningún lado. Pensaba eso, mientras masticaba un chicle de cardamomo. No podía dejar de darle vueltas a la idea de renunciar, de borrar mi nombre para siempre de las páginas infértiles de este medio. Olvidar que un día aparecí lista para envolver una rajita de canela en la tienda. Papel periódico para reciclar, limpiarse el culo con la cultura de masas.

No puedo negar que a mi mente regresaba la fotografía de la mujer en el desierto que nadie escucha. Imaginaba cómo el sonido de su boca bailaba con la arena, daba vueltas en círculo, formando remolinos que hacían caracoles imaginarios entre las dunas. El silencio era absoluto. Parecía una televisión en eterno mute.

Deberías probar a gritar más alto, me dijo una voz que no logré identificar. De nada sirve, pensé. Si el problema no está en mi timbre de voz, tampoco en lo que tengo que decir. Lo que siento es que del otro lado están todos dormidos, o quizá no hay nadie. Quizá allá afuera sólo existe un desierto. Por esa razón, la respuesta nunca llega, y el silencio es lo único que aparece consecuente en mis sueños. Tienes una semana más para pensarlo, aconsejó el duende de las prevenciones, él que cuida los pequeños ahorros, los esfuerzos que sólo arrimados funcionan.

Manda todo a la MIERDA suplicó el hada que nunca se humilla, la princesa de las decisiones precipitadas.Veremos que pasa en la semana.

(Ultima Lucha Diaria publicada el 18 de febrero en el Quetzaltec0 2009)

Del Lago II

Foto: Uno de los dos empleados municipales encargados de limpiar toooda la playa de Panajachel y Juncanja'.

Por supuesto que no todo es ineficiencia alrededor del Lago de Atitlán. Mientras los burócratas la cagan por un lado, existen muchos pobladores que trabajan en pro de la conservación de la cuenca.
Por otro lado, no entiendo porque la comunidad internacional, que dona millones de millones a esta región, no apoya los proyectos que ya existen, que ya funcionan, que ya han demostrado que hacen cosas sin presupuesto. En cambio, insisten en hacer nuevos estudios e informes, y luego dan el dinero a los mismos, que llevan años robando y que son burócratas del oenegismo.
Pienso por ejemplo en Pura Vida, el movimiento que empezó Susana Heisse, y que hemos seguido muchas personas e incluso colegios como el Montesori en la capi o el Hotel Posada de Don Rodrigo en Panajachel. Es un método sencillo y que reduce a niveles insospechados nuestro desperdicio. Consiste en meter los plásticos blandos en botellas vacías de agua o gaseosas. Luego estos son como ecoladrillos que sirven para construir. Existe un manual de reciclaje que hizo Heisse y otros voluntarios, que debería usarse en todas las municipalidades del país. Pero no parece existir un verdadero deseo de cambiar la realidad.
Para reciclar no se requieren gastos extras, al contrario, los recursos se multiplican. Lo que para unos es basura para otros es material de trabajo. Y aquí también me remito a Waste Weawers y su impulsora Nathalie Verwilghen. Ella lideró un proyecto con mujeres indígenas para "tejer" basura de ricitos y tortrix. Comenzaron a producir cinchos, bolsas, monederos y accesorios muy originales y vistosos. A ella, también le faltó apoyo para seguir adelante con esta idea que además de ecológica, contribuía a elevar el nivel de ingresos de muchas mujeres.
Entonces… ¿por qué no apoyar estas iniciativas que sí funcionan?

¿Por qué no tenemos una política pública simple pero clara? (continuará…)

(Lucha Libre del miércoles 11 de enero del 2009 en elPeriódico)

El cine en la calle

(Foto cortesía de; Sergio Valdés Pedroni)

Cada vez que siento que me ahogo en las grandes contradicciones y problemas de mi amada Guatemala, pienso en el arte. Y una sonrisa de felicidad, un poco de entusiasmo y esperanza se instalan en mi vida.
Los guatemaltecos tendremos los peores defectos del mundo, pero tenemos un instinto artístico que no discute lugares. Desde nuestros antepasados los mayas, con sus pirámides, lienzos y esculturas hermosas, hasta las manos que hoy tejen espectaculares prendas de vestir, hacen artesanías únicas y llenan el mundo con sus palabras y pensamientos. No todos los países, por muy grandes que sean, pueden presumir de tener un Premio Nobel de Literatura (Brasil no tiene su Asturias).

Esto viene a mi mente porque la producción cinematográfica en el país ha crecido tanto que necesita cada vez más espacios para exponerse. Uno de los escenarios que ha crecido es el Festivalito de Panajachel, que ahora celebra su tercera edición dedicada al cine.

Las actividades comienzan mañana con un taller de creación televisiva para cable operadores del occidente de Guatemala, a realizarse en la Universidad del Valle del Altiplano con colaboración de Casa Comal. Y el jueves 12 habrá un especial en Xela en Los Chocoyos, organizado por Cinespacio, el movimiento audiovisual quetzalteco, que presentará una selección de material local y nacional a partir de las 19:00 horas.
El sábado en la noche es para no perderse la calle Santander en Panajachel, que estará cerrada a los vehículos y contará con cinco pantallas de puro cine guatemalteco. Dos escenarios estarán a cargo de Casa Comal con los mejores trabajos del ICARO 2008. Habrá varias premiers: Música de la capital de Julio Hernández y Junajú y Luna, de Alejo Crisóstomo.

Además las películas Gasolina, Lo que Soñó Sebastián, Asalto al sueño e Ixcán, todo en la calle, por lo tanto gratuitas.
Participará Julio Ponce Palmieri, un guatemalteco radicado en Canadá, quien ha trabajado todos sus proyectos en esa ciudad del norte. Por primera vez, veremos Rabid Rage (Furia Rabiosa)-y el cortometraje: Myth of the cave (Mito de la Cueva), y estará en la Santander, disfrutándolo y conviviendo con otros cineastas.

Más información en: http://www.iiicinebajolaluna.blogspot.com/

Cine bajo la luna y taller en Panajachel

Más información del programa en http://www.iiicinebajolaluna.blogspot.com

Del Lago

No voy a discutir si es o no es el lago más hermoso del mundo. Para mí, lo es. Nada cambia si lo escogen o no como séptima o novena maravilla natural. Esas son estupideces que en nada contribuyen a su conservación. Para las personas que vivimos en los poblados alrededor de Atitlán, ese cuerpo de agua rodeado de volcanes, ya no es motivo de orgullo ante extranjeros. Al contrario, para mí es vergonzoso y un poco humillante que vean cómo los guatemaltecos somos capaces de cagarnos, literalmente, en lo más sublime que tenemos.

Si yo fuera alcaldesa de Panajachel, gobernadora de Sololá, directora del Inguat o al menos tuviera un poquito de poder político, no podría sentirme a gusto en mi puesto, siendo partícipe directa del deterioro del lago.

Es cierto, aún podemos vivir unos cuantos años echándonos la paja de que el maravilloso Lago de Atitlán, nunca será como su hermanito menor, Amatitlán. Pero los estudios científicos y una caminata por las playas, nos dice que el nivel de contaminación aumenta cada día más.

“No sea alarmista” me dirán. “Ahuyentará al turista” reclamarán. Pero cualquier extranjero, vidente y con dos dedos de frente, no necesita leer nada para darse cuenta que el popó de todos los que vivimos alrededor, y los que lo visitan eventualmente, se vierten directamente sobre el lago. Gobiernos pasan y huracanes también, excusas y pretextos para seguir robando el dinero de los contribuyentes, que nunca va para el beneficio colectivo de los pueblos que viven alrededor del Lago de Atitlán.

Es vergonzoso que como logros, algunas organizaciones ambientalistas, hablen de jornadas de limpieza, anuales o bimestrales, cuando la basura que cae en el lago es diaria.

Diaria pues debería ser la tarea de limpiarlo.

(Lucha Libre publicada el miércoles 4 de febrero del 2009 en elPeriódico)

Opine.com

No hay nada como tener en las manos un ejemplar envejecido de algún periódico antiguo para reírse del tipo de letra, sorprenderse ante la ingenuidad de los titulares o añorar lo barato del litro de leche. P
ero el tiempo pasa rápido, y la tecnología encontró en los medios impresos un buen festín con sabor a nostalgia y polilla. Y eso que en Guatemala aún vamos volando por los aires, antes de aterrizar de un salto a la realidad virtual. ¿Quién sabe cuántos siglos después?
elQuetzalteco ya ingresó al universo cibernético, expandiendo sus posibilidades y responsabilidades. Personas de todas partes del planeta, con o sin vinculación con la cultura guatemalteca, buscan información sobre el país, y la región de occidente en la red. Las noticias que antes leían mil o dos mil quetzaltecos, hoy pueden llegar a un millón de usuarios, sin que nadie se inmute.
Por lo tanto, el alcance que va adquiriendo, como medio de comunicación, debe ir acompañado de un crecimiento en calidad y libertad. Sería buenísimo que la gente que visita la página electrónica tenga la opción de dejar mensajes como los espacios de foros abiertos que enriquecen el trabajo de los periodistas y columnistas de opinión, ya que crea la retroalimentación con el público lector y fomenta la libre expresión del pensamiento, el debate y la cultura de diálogo.
También les recomiendo tener enlaces hacia otras páginas importantes o de temas parecidos. Por ejemplo, si es un artículo de la Alcaldía de Quetzaltenango puede tener un link hacia la página de dicha entidad, o si es una nota que habla sobre alguna reforma de ley podría estar el enlace con la página del Congreso con la iniciativa de ley a discutirse. Las posibilidades que ofrece la red son inmensas e inagotables.
Ahora mismo está sucediendo la verdadera la revolución de los medios de comunicación, pues permite llegar a nuevos lectores, volverse interactivos y expandir los horizontes de la información.
Incluso, como herramienta de venta, el Internet ofrece un plus al anunciante que puede saber exactamente de dónde y cómo es el perfil del usuario de una página. Las ventajas son muchas.

(Lucha Diaria publicada el 4 de enero del 2009 en el Quetzalteco)