miércoles, 28 de marzo de 2012

Lucha campesina


¿Qué se sentirá llegar a la ciudad capital por primera vez? ¿Qué pensarán los queqchís de nuestras calles sin sombra, de nuestro progreso color gris, del olor a mierda de la ciudad? No logro imaginar la fortaleza y convicción que se necesita para caminar durante 8 días, 200 kilómetros bajo el sol y/o la lluvia con la ingenua esperanza de ser escuchados y tomados en serio. Los capitalinos estamos tan lejos de los campesinos que nos cuesta darnos cuenta que ellos son la otra cara de esta moneda que se llama Guatemala. Un día entenderemos que lo que les sucede a nuestros hermanos repercute directamente sobre nuestra vida. Un día entenderemos que somos parte de un mismo todo. Si ellos están mal, nosotros también. Me quito el sombrero ante la convicción y sentido comunitario de los indígenas guatemaltecos. Agradezco haber nacido en este país donde la resistencia y la rebeldía aún son una realidad. Yo, al igual que los campesinos que llegaron ayer a la capital, no quiero una minera ni una cementera a la vuelta de mi casa, no quiero que contaminen las aguas de los ríos, ni que dinamiten las montañas, ni que boten los bosques para sembrar un único producto. Yo tampoco estoy de acuerdo con los mega proyectos que NO traen desarrollo a las comunidades y que solo llenan los bolsillos de los mismos. Yo también sueño con un terreno propio donde pueda construir una casa y sembrar mi alimento. Yo también sueño con un país con justicia social y en el que la vida humana valga más que la propiedad privada. ¿Y ustedes?

Columna Lucha Libre publicada en elPeriódico el miércoles 28 de marzo del 2012

martes, 20 de marzo de 2012

Libertad + expresión





Al nacer, llenamos los pulmones de aire y con un grito dejamos claro que estamos vivos y sanos, dispuestos a luchar por la vida. Aprendemos el significado de no, antes que el de sí. Nos enseñan que la prohibición es la norma, se fomenta el hacer caso, no opinar, no contradecir. Aprendemos que ser sabios es no ver, no oír, no hablar. Y mejor, si le incorporamos el no pensar. Crecemos pensando que es normal nuestra incapacidad para el debate. Sin embargo, son tan importantes las opiniones para que una democracia madure, que en la Declaración de los Derechos Humanos, se dedica el artículo 19 a defender el derecho a la libre expresión del pensamiento. Lo contrario trae opresión, oscurantismo. Los tiranos temen profundamente a la libertad de prensa e intentan siempre acallarla. Ahí está Correa demandando y luego perdonando a El Universo; Chávez cerrando medios; Arzú y su prensafobia; el FMLN amenazando al Faro por informar, o el reciente intento de la Pepsi por acallar al Grupo Intergeneracional. Los golpes contra la libertad de expresión vienen de la derecha, la izquierda, de arriba o de abajo. A veces incluso somos nosotros mismos los que nos violentamos ante la libertad de los otros a expresarse. Podríamos volver al artículo 19 de vez en cuando: Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

(Lucha Libre publicada en elPeriódico el miércoles 21 de marzo del 2012).

martes, 13 de marzo de 2012

De metáforas y chamuscas




Cada semana ante la página en blanco me siento como si estuviera en medio de una gran polideportivo con un público voraz y sediento de emoción y sangre. Los imagino, cerveza en mano y grito en la punta de la boca, viéndome trastabillar con la palabra. Yo, torpe de naturaleza, corro y enseño mi mejor movida pero carezco de estilo propio y pocas veces caliento antes de entrar a patear. La pelota es una metáfora deportiva de los temas coyunturales que nos afectan. Vuela por mi cabeza despeinándome las ideas. Hay que saber manejarla, pegarle con la fuerza adecuada y darle en el ángulo preciso para que siga la trayectoria anhelada. Trato de correr persiguiendo algún interesante tema pero los delanteros siempre se me “adelantan” (valga la redundancia) y estampan tremendos cabezazos que provocan el júbilo en la audiencia. Desde mi esquina de la cancha, imagino poder driblar y fintar oponentes con sabiduría, gracia y elegancia. Como en el fútbol, el éxito depende de varios componentes como la concentración del columnista, la iniciativa por tocar temas diferentes, la libre expresión, la creatividad, la desenvoltura con la palabra y la imaginación. La cancha es ese territorio nebuloso de las ideas, en donde hay que saber anticiparse a la trayectoria del balón para poder lograr una buena jugada capaz de producir tal emoción que quede grabada en los recuerdos de la audiencia. Lo más difícil siempre es aprender la precisión y orientación justa que necesitan los buenos remates. Con o sin la mano de Dios, el objetivo es marcar un gol en la portería contraria.

(Lucha LIbre publicada el miércoles 14 de marzo del 2012 en elPeriódico).

jueves, 8 de marzo de 2012

¿Qué es ser mujer?


El 8 de marzo es conocido como el Día Internacional de la Mujer. Y ha sido una una excusa para propiciar debates en torno al papel que las mujeres jugamos en la sociedad. Este es un logro más del movimiento feminista mundial que intenta crear reflexión y sobre todo cambios en la forma en que nos construimos las mujeres. Por si alguno de mis lectores nunca ha tomado un diccionario, y aún tiene el falso prejuicio de que ser feminista es lo mismo que ser machista, pero al revés, le aclaro: “El feminismo es una doctrina que considera justa la igualdad de derechos entre mujeres y hombres, es un movimiento que va encaminado a conseguir esta igualdad” (Diccionario de uso del español de María Moliner). Una igualdad que, por cierto, si se logra, les proporcionará a los hombres un montón de beneficios. Ya que el machismo no solo va en contra de la mujer, sino en contra de ellos mismos. Un mundo más feminista, por lo tanto más igualitario, permitiría a los machos ponerse en contacto con su lado femenino, permitirse sentir y amar sin pena a ser considerado inferior. Reflexiones en torno a ¿qué es ser mujer? y ¿qué es ser hombre? aún hacen falta en nuestra sociedad. Las instituciones y la sociedad en general aún tienen a las mujeres encorsetadas, maquilladas y entaconadas. Mientras la realidad continúe así, las feministas seguiremos celebrando el 8 de marzo, saliendo a las calles a marchar, organizando conferencias, muestras, exposiciones, huelgas y discursos. Escribiendo, alegando, compartiendo y proponiendo un mundo más feminista.

Columna publicada en elPeriódico el miércoles 7 de marzo del 2012