miércoles, 28 de diciembre de 2011

Epifanía navideña



Tanto criticar la Navidad tuvo milagrosas consecuencias en mi vida. Recibí varias cartas en desacuerdo con mi opinión sobre la virginidad de la santísima María, llenas de tanta sabiduría que golpearon mi escepticismo religioso. Una grieta se abrió en mi duro corazón. Justo el 25 me encontré, sin haberlo planeado, con la procesión de la Virgen de la Concepción. Caminaba por las calles y me la topaba de frente, no me dejaba pasar, me acosaba. La santa, aparecía y desaparecía ante mí con su milagroso manto. Hasta un torito con cuetes y fuegos artificiales me persiguió durante la noche, tirando luces y chispas de fuego. Pero no me quemaban, no me hacían daño. En un momento sentí tanto calor en el pecho y en todo el cuerpo, que pensé que me desmayaría. En el instante vi todo negro, pero logré escuchar la canción “Plástico”, de Rubén Blades, sonando de fondo mientras que atrás de una luz cegadora vi la más hermosa imagen del universo y escuché una dulce voz que susurraba: “Mujer de poca fe, soy la virgen del Tiempo Principia en Xibalbá, vengo a darte un mensaje para los hombres y mujeres incrédulos. Diles que vendrán tiempos de mano dura y crisis pero deben confiar en las profecías del 2012 y en los cambios que anuncia el calendario maya, pero sin olvidar al antiguo Rey Herodes quien mandó a matar a los niños de Belén insitutuyendo el día de Los Santos Inocentes que como tú, creen en las epifanías religiosas”.
¡Feliz día, y hoy dése el gusto mentir inocentemente!

(Publicada el miércoles 28 de diciembre del 2011 en elPeriódico).

martes, 20 de diciembre de 2011

Tres veces bueno


Lo bueno

Me encanta viajar por Guate y reencontrarme con mis sitios sagrados. Generalmente, los encuentro cada vez más deteriorados y sucios pero esta vez fue la excepción. Estuve en el volcán y laguna de Chicabal una vez más y me llene de alegría. En todo el recorrido no me topé con una sola bolsa plástica ni basura. Estaba señalizado desde San Martín Sacatepéquez (antes Chile Verde) y el camino se encontraba en mejor estado que los años anteriores. La laguna es hermosa y mágica, cambia cada segundo con “los danzantes” esa neblina que baja, sube, esconde y baila sobre el espejo del agua. Chicabal es sagrado para la religión y espiritualidad mam pero igual lo visitan y se maravillan personas de todas las religiones.
De regreso de la excursión pasé visitando a una de las mujeres que más admiro, Antonina Sánchez, comadrona mam que me acompañó en mis dos partos en casa y que es motor fundamental de su comunidad, Concepción Chiquirichapa en donde hace años fundó el primer sanatorio del país especializado en partos naturales con temascal y laboratorio de medicina natural. La vi feliz, estrenando una ambulancia de lujo que les acababan de donar. Antonina parece una reina sabia y contenta. Verla me llena de paz y fe.

Por último, felicito a la 94 compañía de Bomberos Voluntarios de la Esperanza, Quetzaltenango por haber graduado a casi 80 niños y niñas que aprendieron de primeros auxilios, solidaridad y responsabilidad en un curso de vacaciones ameno y educativo. Y yo feliz de contar con dos bomberitos infantiles en casa.

¡Hoy,21 de diciembre, disfruten de la noche más larga del año!

miércoles, 14 de diciembre de 2011

¿Blanca Navidad?

Hay que tener mucha fuerza de voluntad y optimismo para sobrevivir la Navidad sin consecuencias graves. Cualquier crítica al espíritu navideño es mal vista. El síndrome Grinch es un derecho humano al que no estoy dispuesta a renunciar. Me encantan los regalos, el ponche y la familia pero eso no quiere decir que acepto calladita y de buen modo toda la demás parafernalia. Odio “tener” que ir al convivio, “tener” que comprar, “tener” que… Todo me parece falso en Navidad. Es falsa la fecha en que nació Jesús. Es un mito que lo haya parido la virgen. En Guatemala es falsa la blanca navidad (a menos que se atiborren de cocaína por la nariz). Es falsa la barba de Santa Claus, son falsas las ofertas de los comercios. Es falsa la sonrisa con que se compra el regalo del jefe o del suegro. Son falsas las fotos de familia perfecta y feliz. Es falso el árbol de navidad ( y si no es falso es culerada). Tanta falsedad me agobia. Todas las expectativas alrededor de una sola fecha son dañinas para la salud mental y económica de las personas. Muchos niños sufren porque sus papás no pueden atiborrarlos de regalos y comida como en los anuncios. Pienso en los güiros de la CA-1 desde Sololá hasta Nahualá, con sus cachetes rojos del frío moviendo sin parar las manos para obtener alguna “limosna o regalo” de los miles de vehículos que pasan por ahí. Como sociedad podríamos dosificar más tanta “paz y amor”, así talvez nos alcanzaría para todo el año. No se enojen, es solo un humilde deseo en esta blanca y fría Navidad. Usted pásela bien. Y ojalá que mi madre con su colección de nacimientos, belenes o pesebres, no se enoje conmigo.

martes, 6 de diciembre de 2011

De diablos


Me encanta el diablito de la lotería con su colita roja, sus cachos y su tridente a cuestas. Hay que ser bien inocente para tenerle miedo a un diablito así. A mí más bien me da ternura. Miedo me dan los que no parecen diablos pero llevan el mal en el corazón. De esos, abundan, salen en la televisión y cuando les conviene se toman fotos besuqueando niños. De chiquita siempre me gustaron las caricaturas en que al personaje le hablaba su lado angelical y su lado demoniaco. Me encantaba ver al protagonista con sus dos copias miniatura; uno vestido con traje blanco y aureola, y el otro rojito y con cachitos. Bien rápido entendí que no somos seres planos, que no se es o bueno o malo completamente sino que nos movemos en dimensiones más profundas. Quizá por eso me fui alejando de las religiones y de esos conceptos hipócritas que se fundamentan en dogmas y mandamientos tan literales que permiten lagunas legales o morales abominables. Pienso en la pedofilia que tanto ha abundado entre los clérigos y las sotanas. Y que ahora Ratzinger se atreve a defender diciendo que antes eso no era considerado tan malo. Los tiempos cambian, pero la maldad y la bondad son conceptos que se aprenden de chiquitos y que obedecen a una lógica y al sentido común. Hacer una fogata con la familia, quemar papeles viejos nunca va a ser tan grave como violentar a un niño o asesinar a un ser humano, por ejemplo. En este día del Diablo, haré mi propia reinterpretación de la tradición, me fijaré en mis demonios para darles un poco de amor, a ver si las llamas logran esterilizarlos.