miércoles, 29 de enero de 2014

Propuesta 1

Saber que somos capaces de modificar nuestro entorno, es algo que no debemos olvidar. Pienso en mi amigo Gregorio Cuyuch, al que conocí hace algunos años cuando viajé a su comunidad, Santa Clara Chajul, para hacer un reportaje sobre una telesecundaria que funcionaba con paneles solares. Al llegar nos enteramos que el Ministerio de Educación no había autorizado el funcionamiento de ese instituto a pesar del gran esfuerzo que habían realizado sus habitantes para lograr la donación del equipo. La aldea está conformada por sobrevivientes de las Comunidades de Población en Resistencia (CPR), guatemaltecos que durante la guerra quedaron en medio de dos fuegos y sobrevivieron en las montañas, los mismos que supuestamente serían prioridad en educación y salud luego de la Firma de la Paz y que fueron olvidados por el Estado. Los niños de esa lejana región no tenían otra alternativa para estudiar secundaria, los años pasaban y la burocracia parecía una trampa difícil de salvar. Sabía que un simple reportaje no cambiaría la situación así que le sugerí a Gregorio que fundara una asociación y que yo me encargaría de ayudarlo a conseguir becas para los estudiantes. Pasaron varios años ya, se graduaron algunos niños y niñas, y la ayuda sigue siendo importante para los que vienen atrás. Con solo 150 quetzales mensuales, un adolescente ixil puede continuar sus estudios o ese dinero puede servir para pagar parte del sueldo de un maestro extra para la telesecundaria. Pida información a: cuyuchbecapaz291296@gmail.com o a mi correo electrónico.

miércoles, 22 de enero de 2014

No a la Mano Dura

Podríamos haberle preguntado a una madre cualquiera si la mano dura funciona, antes de querer experimentarla como política de un país, pero no lo hicimos. Según el Informe Regional de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) Seguridad ciudadana con rostro humano: diagnóstico y propuestas para América Latina la violencia no acaba con la violencia. Este informe evalúa la situación de inseguridad en el continente hispano hablante y las políticas gubernamentales para contrarrestarla. Descubrimos el agua azucarada; la represión aumenta la violencia. En países como Brasil, México, Guatemala, El Salvador y Honduras, en donde se ha intentado combatir los asesinatos con mano dura, solo se ha logrado el incremento de estos y el fortalecimiento del crimen organizado. Mientras que en República Dominicana y Colombia donde se ha apostado por la prevención y la reinserción, se han registrado menos hechos criminales. ¿Qué país queremos los guatemaltecos? ¿Queremos fortalecer el sicariato y encerrarnos cada vez más entre cuatro paredes y alambre espigado o preferimos mejorar las condiciones de vida de nuestros compatriotas? Según datos del INE, Instituto Nacional de Estadísticas, en Guatemala existen 9.7 millones de personas en edad de trabajar, de ellos el 69 por ciento trabaja en el sector informal; no cuentan con prestaciones ni contrato laboral. Tanta gente desocupada es caldo de cultivo perfecto para la violencia. Hay que cambiar estas condiciones. Educación, arte y deporte para salir de la miseria y la muerte. (Columna de opinión publicada el miércoles 22 de enero del 2014 en elPeriódico).

miércoles, 15 de enero de 2014

De colegios

Tengo amigas que desde que llevan a sus hijos en la panza, ya están en lista de espera para encontrar cupo para tal o cual colegio. Otros realizan grandes peregrinaciones en busca del lugar perfecto para que estudie su retoño. Algunos más empeñan hasta la vida con tal de tener a sus niños en el colegio de moda, el que les asegure un futuro brillante. Pienso que se sobredimensiona el lugar de estudios en la vida de un niño. No existe ningún colegio o escuela en el mundo que sea capaz de garantizar la felicidad de un infante, ni siquiera el éxito profesional o la pertenencia a tal grupo o clase social. Pasamos gran parte de nuestra vida en las aulas, pero las experiencias que nos marcan o nos hacen ser lo que somos, rara vez provienen de la escuela o colegio. Estoy convencida que es en el hogar donde aprenderemos a ser personas de bien o de mal, a ser destructores o constructores. Es a través del ejemplo de nuestros padres que vamos formándonos. Aunque aprendí a leer en el colegio, fue en mi casa donde conocí el verdadero valor de un libro y la importancia que este puede tener en la vida. El amor y la pasión por la lectura son herencia de mis padres, no de mis maestros de Literatura. Y así, cada cosa. Las experiencias más valiosas y enriquecedoras, pocas veces provienen del aburrido y predecible sistema educativo. Las personas más exitosas rara vez son las que tenían mejores notas en el colegio. Muchos autodidactas tienen más oportunidades laborales que aquellos borreguitos que fueron a los “mejores” colegios del país. Así que no se hagan tantas bolas…

miércoles, 8 de enero de 2014

San Marcos la Laguna

Un camino en pésimo estado, ideal para el turismo de alto riesgo, conduce a San Marcos La Laguna desde la Carretera Interamericana. Atrás de una curva cardiaca aparece de pronto Atitlán: esa belleza violenta, explosiva en azules y aquas. Una valla del Gobierno de Guatemala tapa la vista en el mirador del parque Chiraxamalo’ en Santa Clara La Laguna. En Santa María Visitación vale la pena ver los murales del parque central. Al pasar por San Pablo y para entrar a San Marcos se paga peaje. A este último pueblo se entra por un arco/garita custodiado por un león ¿? Hace algunos meses el alcalde decretó que para entrar y salir del pueblo después de las 10 p.m. se debe pedir permiso en la Municipalidad y presentar un papel firmado y sellado por él mismo. A pesar de que esta disposición a lo Ubico es una violación a la libertad y a la Constitución, es aceptada mansamente por el pueblo. No hay resistencia. Son contradicciones de un municipio donde existen más masajistas y maestras de yoga por metro cuadrado que tortillerías. Ahí, donde la desnutrición no es una opción holística sino una maldición que convierte en duendes y hadas a la infancia local. No debería alterarme un asunto que no es mío. Mientras se pueda nadar en las piedras donde llueven gringos. Mientras existan los tamales vegetarianos y no suba el precio del pan integral. Mientras existan las terapias de ayahuasca o el ayuno para encontrarse a sí mismo. Ha de ser el karma de sus habitantes o consecuencia de un chacra obstruido en el sistema. Que un niño índigo me explique.