martes, 5 de mayo de 2015

Reto

Reto Parecía que nunca pararía, que caeríamos cada vez más bajo sin tocar fondo. Pero los últimos acontecimientos indican que teníamos un límite. Ya no nos sirve de nada quedarnos de brazos cruzados. Por fin, después de tanto divisionismo, las voces de este país convergen en un solo grito de hartazgo. Estamos cansados de que nos vean la cara de idiotas pasivos. Desde los derechistas recalcitrantes hasta la izquierda apolillada pasando por los tibios, los neutros y aquellos que están más allá del bien y del mal, por una vez coincidimos: ya no queremos más ladrones en el gobierno. Muchos estamos cansados de ver tanta pobreza a nuestra alrededor mientras políticos y empresarios alardean de su riqueza mal habida. En nuestra breve vida de país con ínfulas democráticas han desfilado presidentes, todos dignos de cárceles de alta seguridad. Desde un asesino confeso hasta un capataz de finca, pasando por un par de títeres y un genocida: todos al servicio del dios dinero. ¿Qué sigue? ¿Hay algo peor? ¡Sí! ¡Un narcotraficante! ¡Una bebé dinosaurio afilando el bisturí! Y ¡Más militares! Los candidatos a los altos cargos del gobierno son patéticos; las mismas caras de mafiosos y corruptos, de viejos verdes o millonetas aburridos de su plácida vida y ansiosos de poder. Hoy estamos viviendo las consecuencias de una educación mediocre que infunde miedo, criminaliza desde la primaria a los líderes innatos, margina a los genios, nos enseña a obedecer y muy poco a desafiar o pensar. Los guatemaltecos tenemos un gran reto para cambiar el rumbo del país sin contar con políticos honestos y valientes. Eso sí, nos sobran ganas. @liberalucha