miércoles, 26 de febrero de 2014

De cachorros humanos

Un gran evento sucedió en mi vida hace once años, cambiando mis días y noches para siempre: me convertí en madre. Recuerdo el miedo que me daba tener a cargo mío a esa micro persona de ojos enormes y piernas flacas tan vulnerable y chiquita. ¿Madre yo? que aún me sentía niña para asumir tremenda responsabilidad y que además era todavía económicamente dependiente de mis papás (más por comodidad que por tener algún impedimento real). Pero ese chiquitito, curioso y metiche, más que anclar mi vida (como sugerían los diarios de bebés que me regalaban para apuntar cada cosa que hacía), resultó ser mi turbo, mis alas al mundo, mi poder secreto. Con Joaquín me nació la curiosidad por la buena vida, las ganas de mejorar el escenario en que iba creciendo mi niño, el gusto por comer sano y orgánico, la energía para escalar volcanes y dormir en carpas, la fuerza para mantener lejos de mi hogar las armas de juguete, la televisión por cable, la coca cola, el microondas, el glutamato monosódico y otros venenos de consumo diario. Gracias a mis dos hijos, volví a creer en las hadas, aprendí a buscar duendes en los bosques y supe que al ratón Pérez le gusta más el queso seco que el parmesano. Las prioridades de ellos son tan distintas a las mías, que me encanta cuando logran sacarme de mi aburrido mundo de adulta responsable. Por ejemplo, este fin de semana estuve tan entretenida organizando el cumpleaños del primogénito, que ni me enteré de la captura del tal Chapo Guzmán. Ver crecer a mis hijos tan felices, es para mí, la mejor noticia del mundo, aunque no salga en los diarios.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Propuesta 4

Sé de algunos a quienes les gustaría que yo dejara de criticar tanto y mejor pasara el resto del año dando a conocer los esfuerzos que hacen buenas personas para mejorar la vida de los más necesitados. Me quieren más “proactiva” y menos “peladora”. Pero la crítica también genera cambios. Mis últimas tres columnas fueron propuestas para apoyar esfuerzos no gubernamentales ni institucionales que apoyan la educación de niños y niñas. Estoy segura que hay muchos más y que surgirán siempre más. Contribuir a mejorar la realidad, a encender corazones pusilánimes, a creer en el efecto mariposa o dominó es más fácil de lo que pensamos, solo hay que intentarlo. Se me ocurre por ejemplo una campaña para recaudar novelas negras, libros de misterio para donar a las estaciones de policía y fomentar así la lectura entre los agentes de seguridad. No importa si con el tiempo, se terminan robando todos libros y ya no quedan ninguno de uso común. Eso sería lo mejor que podría pasar, lo peor sería que se pudrieran en las estanterías. La indiferencia por nuestros compatriotas nos perjudica a todos. Ser rico en un país tan pobre es peligroso. Ser culto entre ignorantes da miedo. Es más seguro compartir y más humano ser solidario con el conocimiento. No toda ayuda implica dar dinero, hacer un cheque o comprometerse económicamente. Se puede colaborar con buenos proyectos, apuntarse de voluntarios en tareas complementarias como hacer páginas de Internet, crear eventos de recaudación de fondos o promocionando campañas benéficas. Lo importante, creo yo, es no perder las ganas de hacer algo. Todas mis columnas salen también en ElPeriódico
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miércoles, 12 de febrero de 2014

Propuesta 3

Una de las situaciones que más me indigna y entristece son los casos de las niñas mamás. En Guatemala la cifra de niñas menores de 14 años embarazadas es indignante y escandalosa. Según datos de UNICEF cada día once niñas guatemaltecas se convierten en madres. En más del 80% de los casos fueron violadas por un familiar o persona cercanas a ellas, y en la mayoría estos delitos quedan impunes. Las niñas se ven solas y sin educación obligadas a asumir el papel de madres. Además, aunque es ilegal, muchas son expulsadas del establecimiento donde estudiaban y acusadas o señaladas de inmorales o “fáciles”. El Observatorio en Salud Reproductiva, OSAR, es una organización que funciona gracias a donaciones y trabaja con estas niñas velando porque lleven un proceso legal en contra de sus agresores. Las apoya para que puedan seguir estudiando, ya que la mayoría vive en extrema pobreza. En esta ocasión OSAR está buscando cinco padrinos o madrinas que aporten una beca completa (Q300 al mes) o media beca (Q150) para pagar gastos de colegio, uniforme y útiles escolares a Lilian Dávila (14 años), Berta Aguilar (15 años), Heidi Hernández (14 años), Ericka Aguilar (14 años) y Jennifer Marroquín (13 años). Las cinco viven en Jalapa y son madres de pequeños niños, ninguna recibe ayuda económica del agresor/padre. Los patrocinadores recibirán a cambio fotos y calificaciones de las niñas. Más información escribir a Carlos Saravia del Colectivo de Protagonismo Infanto Juvenil de Jalapa, COPIJ, al teléfono + (502) 47615009 y 79223606 o al correo dsaravia1991@gmail.com Lucha Libre publicada en elPeriódico el 12 de febrero del 2014.

martes, 4 de febrero de 2014

Propuesta 2

En San Juan el Obispo, a orillas del Volcán de Agua, se encuentra la aldea en que nació un escritor y maestro guatemalteco tan especial, activo e importante que el Estado Guatemalteco vió en él (como en tantos otros) a un enemigo poderoso (recordemos que la educación y la inteligencia son vistas como armas peligrosas) al que debían desaparecer. Probablemente sus iletrados asesinos, nunca leyeron ésta frase de Luis de Lión: ¿Por qué se empeña la muerte en matar, vanamente, a la vida, si la más humilde semilla rompe la piedra más fuerte? Y así fue como la semilla de Luis de Lión (no sé si la más humilde), ósea su hija Mayarí, ha logrado romper prejuicios y mentes cuadradas para continuar con el legado de su papá, cuidando la Biblioteca que él fundó hace 50 años en San Juan el Obispo. Y no solo lo cuidó, si no que lo amplió a Centro Cultural y Academia de arte, atendiendo a cientos de niños de escasos recursos. En marzo de 2004, el Estado de Guatemala aceptó su responsabilidad en la desaparición y ejecución de Luis de Lión ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) comprometiéndose a resarcir a la familia y comunidad, cosa que no sólo no ha cumplido, si no que ha estorbado en el trabajo de Mayarí. Por ejemplo, la Municipalidad de Antigua le ha quitado recursos, le ha negado un terreno y ahora le retiro un maestro. Mayarí no descansa, sigue buscando donativos para comprar dos computadoras, cuatro libreras, un mueble para guardar 30 guitarras y el sueldo de un maestro de arte. Donaciones o preguntas favor a escribir a mayarileo@yahoo.com o a mí.