martes, 4 de febrero de 2014

Propuesta 2

En San Juan el Obispo, a orillas del Volcán de Agua, se encuentra la aldea en que nació un escritor y maestro guatemalteco tan especial, activo e importante que el Estado Guatemalteco vió en él (como en tantos otros) a un enemigo poderoso (recordemos que la educación y la inteligencia son vistas como armas peligrosas) al que debían desaparecer. Probablemente sus iletrados asesinos, nunca leyeron ésta frase de Luis de Lión: ¿Por qué se empeña la muerte en matar, vanamente, a la vida, si la más humilde semilla rompe la piedra más fuerte? Y así fue como la semilla de Luis de Lión (no sé si la más humilde), ósea su hija Mayarí, ha logrado romper prejuicios y mentes cuadradas para continuar con el legado de su papá, cuidando la Biblioteca que él fundó hace 50 años en San Juan el Obispo. Y no solo lo cuidó, si no que lo amplió a Centro Cultural y Academia de arte, atendiendo a cientos de niños de escasos recursos. En marzo de 2004, el Estado de Guatemala aceptó su responsabilidad en la desaparición y ejecución de Luis de Lión ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) comprometiéndose a resarcir a la familia y comunidad, cosa que no sólo no ha cumplido, si no que ha estorbado en el trabajo de Mayarí. Por ejemplo, la Municipalidad de Antigua le ha quitado recursos, le ha negado un terreno y ahora le retiro un maestro. Mayarí no descansa, sigue buscando donativos para comprar dos computadoras, cuatro libreras, un mueble para guardar 30 guitarras y el sueldo de un maestro de arte. Donaciones o preguntas favor a escribir a mayarileo@yahoo.com o a mí.

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