martes, 24 de mayo de 2011

¡Tz’ikin presidente!

Horas frente a la pantalla vacía/blanco el cerebro ¿Qué escribir en este espacio? Me debato entre un tema cotidiano o una noticia de relevancia mundial. Sin salir ni a la puerta, podría generar mil historias de este pueblo loco a la orilla de un lago bellísimo, siempre al borde de alguna catástrofe natural o inducida. Escribiría tanto de los pájaros como del viento. Pero no, este es un mundo lleno de noticias horripilantes, de realidades más importantes que la lucha del zanate por comerse una botoneta pintada en un descolorido empaque metálico. La realidad me impone su dureza. No sale de mi cabeza ese niño de nueve años, al que le arrebataron a un padre y le devolvieron un cuerpo descuartizado. ¡En Cobán, uno de los lugares más hermosos del mundo! ¡Qué contradicción! Mis divagaciones de colibrí se detienen en la política nacional. Asco. No es difícil intuir que la cantidad de publicidad electoral es directamente proporcional al nexo del candidato con el narcotráfico u otras mafias transnacionales. Y aún así, lucen sus sonrisas hipócritas, se hincan ante sus falsos dioses, saludan con la mano y la frente en alto. Hablan de valores. Se vuelven presidentes, ministros, alcaldes y diputados. Regresan los favores con favores. Pienso en Tomza como una tarántula de hierro maligna con sus bolas de gas licuado amenazando a los tapires y jaguares. Quetzales desapareciendo. Me despido mentalmente de Punta de Manabique. Las codicia ajena exprimiendo nuestra riqueza. No muy lejos de ahí, matones del ingenio Chabil Utz’aj (propiedad de familiares de Wendy de Berger) derraman sangre campesina con total impunidad sobre el Valle del Polochic. Mientras que en las oficinas del gobierno de la solidaridad, un socialdemócrata tararea una canción de Silvio y planea sus próximas vacaciones en Cuba. Abre elPeriódico en busca de alguna oferta. Su vista se detiene en un titular imposible: ¡Tz’ikin presidente!

martes, 17 de mayo de 2011

Una masacre más

Una vez más Guatemala vuelve a ser escenario de la maldad más espeluznante. Veintisiete campesinos fueron decapitados en Petén. La mitad de los asesinados en la masacre de Piedras Blancas en Quiché, sucedida hoy hace 29 años. Abro la página 171 del libro Masacres en la Selva, de Ricardo Falla y retrocedo en el tiempo a 1982. Aproximadamente 100 soldados entraron a la pequeña comunidad donde vivían cerca de 12 familias. Una niña de trece años sobrevivió para contar que las mujeres se escondieron en el Chuj (temascal) y ahí fueron quemadas vivas. También las casas de las 12 familias del pueblo. Al final fueron contabilizados 65 cuerpos de los cuales sólo 13 eran de hombres. Ellos murieron por hachazos en la nuca. Tres mujeres embarazadas estaban entre los cadáveres calcinados. Los bebés se veían entre la piel vuelta carbón. ¿Horrible verdad? ¿Cuántos responsables están presos? Ninguno. Todo lo contrario. El comisionado militar del Quiché en 1982 se encuentra en el primer lugar de las encuestas para presidente en Guatemala. Su experiencia en masacres puede verse en Youtube en el documental Titular de Hoy del finlándes Mikael Wahlforss (si no es que lo censuraron ya).
La memoria no parece ser una cualidad de los guatemaltecos. Anteayer en Washington se realizó una protesta contra la visita del señor caradura a Estados Unidos, manifestación que los medios de comunicación guatemaltecos no le dieron la debida importancia. Los editorialistas de Prensa Libre muestran su total desconocimiento de la historia al decir que la masacre de Petén es “la monstruosidad más abyecta que ha sido escenificada en el territorio guatemalteco” y que es un problema del cual los guatemaltecos no tienen responsabilidad alguna. ¿? Además PL se atreve a pedir la militarización en el país y que se penalice a los consumidores de drogas. Con eos líderes de opinión, dan ganas de llorar. Pienso en la frase del colega Sergio de León: “cría Kaibiles y engendrarás Zetas”. ¡Ánimo Guatezeta!

martes, 10 de mayo de 2011

Pollo campante y yo también



Parece que el caso Portillo tiene conmocionada moralmente a la opinión pública. ¿Qué es lo extraño? ¿No vivimos acaso en un estado fallido? Portillo es uno entre los cientos o miles de ladrones y asesinos que campean en Guatemala. Y pertenece al gremio de los que tienen dinero suficiente y las influencias necesarias para salir libre. No es Juan Pérez robando una gallina. No es un don nadie sin recursos para defenderse. Es por si lo olvidaron, el asesino confeso y convicto que fue elegido por los guatemaltecos para ser presidente de este país. Y por lo visto, su habilidad para escapar de la justicia sigue intacta. Ya quisiera yo verlo encerrado y que devolviera el dinero. Pero también me gustaría ver a los otros en la cárcel, a los de todos los gobiernos y partidos políticos, a alcaldes, ministros, secretarias, asesores, a todos los que han hecho de Guate su alcancía. Pero aquí no pasa nada. Va también para afuera Giammattei con sus muertos a cuestas, embajador de las ejecuciones extrajudiciales en el mundo ¡Predecible y triste fauna política! Para mí no hay diferencia entre Portillo y Arzú, entre Colom y Berger. Los políticos en Guate me recuerdan al concurso de Miss Universo, un montón de cerebros siliconeados que sólo quieren ganar popularidad.
Así que ya tengo clara mi posición en las próximas elecciones. Yo no voy a votar, ni siquiera nulo. Mientras no exista cárcel por no hacerlo, no me moveré de mi casa ese día. Y si salgo es a comerme un helado o a trabajar. No me creo el cuento de que otros decidirán por mí y que entonces pierdo el derecho a reclamar. He votado desde el día que pude. He votado pensado y variado. Y no hay diferencia, todos los candidatos son perversos. Me da igual, si queda Sandra, Caballero, Súger o cabeza dura. Me da igual si Portillo se tira de vicepresidente de Zury o si lo postulan por el Barca, el Madrid o Los Rojos. Mi vida en el pueblo sigue igual. Desde mi trinchera y mi hamaca tengo que vivir con este sistema y cambiarlo desde mi perspectiva, con mi trabajo diario, con mi voz y mi palabra, con mis ideas. No me creo el juego de la democracia de cartón. Mi lucha va por otro lado.

(Columna Lucha Libre publicada en elPeriódico el miércoles 11 de mayo del 2011).

martes, 3 de mayo de 2011

Desmadre de chance


Siempre me ha parecido irónico que el día del trabajo se celebre con un feriado. Es tan ridículo como eso de quemar al diablo en su día. ¡Vaya contradicciones del mundo moderno! Pero lo más increíble son las organizaciones no gubernamentales, formadas con la finalidad de realizar acciones concretas por el bienestar de los pueblos aunque en la práctica resulta que son las primeras en incumplir los derechos que juran defender. En la mayoría de ONGs los empleados dan factura y no son parte de la planilla, así trabajen un año o dos ahí, no tienen derechos laborales, ni feriados, ni permisos por maternidad. Conozco más de una de estas ONGs donde mujeres que han luchado por los derechos de los niños, tienen que renunciar a los de sus propios bebés para seguir trabajando y cumpliendo con el contrato. Esto sucede hasta en las universidades que se las llevan de religiosas o jesuitas. Ahí las maestras no tienen derecho a maternidad, ni a sus días de lactancia. ¡Increíble! ¿Cuándo vamos a empezar a predicar con el ejemplo?
Pasó el día del trabajo y se acerca peligrosamente el día de la madre que en mi opinión tienen mucho paralelismo. Ya que la maternidad es el trabajo más importante y pesado que tienen muchas mujeres, y es el único que no es remunerado económicamente y encima de eso es ninguneado y desacreditado. Hoy en día, muchas mujeres que se dedican todo el día al cuidado de sus hijos son vistas como pinches amas de casa. Como si en otros momentos no nos llenáramos la boca con frases como “la familia es la base de la sociedad”. ¿Y quién ve por la familia pues?
Si quiere agasajar a alguna madrecita no le regale electrodomésticos, ni limpiadores. No llegue a almorzar a su casa (¿a quién le tocará limpiar el desmadre?, no le dé feriado a sus hijos (¿quién los tendrá que cuidar mientras tanto?), etc. Y a las madres en su día, yo les pido que repiensen su rol. Ser madre en el sentido sufrido y sacrificado del asunto, no debería ser para toda la vida, ni algo digno de orgullo. Mírele el tamaño a su hijote y por favor no le recoja los calzoncillos del suelo, que ya es hora de que lo haga él. Le aseguro, que le haría un favor.

(Columna Lucha Libre a publicarse en elPeriódico el miércoles 4 de mayo del 2011).