miércoles, 26 de septiembre de 2012

Tu basura

Al alcalde de la ciudad capital, Álvaro Arzú, le haría bien ver un video en Youtube de nombre “Deslave del basurero de la zona 3, miércoles 29 de agosto” para que se le baje un poquito el ego y se dé cuenta, si es que no lo ha hecho antes del desastre de su administración. Es un video terrible que muestra cómo murieron soterrados guajeros que cada día intentan sobrevivir separando plásticos, latas, cartón, vidrio, hierro y todo aquello que les dé algunos centavos para mal vivir. Quizá por su condición de pobres y por estar en el sótano de nuestra vergonzosa pirámide social, su muerte no valga una mención en los medios de comunicación, y mucho menos provoca que los guatemaltecos despierten del egoísmo y la comodidad, de dejar en manos de otros, el reciclaje y el aprovechamiento de tantos recursos que se pierden en montañas y montañas de desechos. Toda esa basura cae directamente al río Las Vacas y en su viaje va contaminando los mantos acuáticos y el agua que consumimos. Hoy en día, casi no hay material que no se pueda re-usar o reciclar, así que no debería haber excusa para tanto desecho inescrupuloso que nace de un consumo excesivo e histérico. Comprar para luego tirar parece ser el único mantra que fomentamos. Luego nos quejamos de los ríos sucios, de lo cara que es el agua pura, de lo que apesta la ciudad pero ¿qué estamos dispuestos a hacer para cambiar esa situación? Podríamos comenzar a tomar conciencia de nuestros desechos y de nuestra culpa en el asunto. Podríamos separar orgánico de inorgánico, podríamos contribuir desde nuestras casas. Podríamos tener prácticas menos egoístas. Podríamos…

martes, 18 de septiembre de 2012

Tactic

Tactic, tictac, Tactic, tictac, Tactic, el infierno está aquí. Una semana después de la tragedia de Tactic en Alta Verapaz, hojeo los tres periódicos más importantes del país y no encuentro ni siquiera una línea, ni una referencia a la situación en Tactic. Mucho antes de lo que imaginé quedaron en el olvido los dos niños asesinados en la escuela, el pueblo linchador, el violador quemado y los cientos de comentarios vertidos en este caso, apoyando la disque justicia popular que en realidad para mí no es más que una muestra del salvajismo al que hemos llegado. Por mucho que me conmueva la terrible muerte de estos niños, por mucho que la gente me pregunte ¿usted qué haría si le violan a su nena? ¿usted qué haría si le machetean a su hijo? Yo me niego a contestar como una asesina, me niego a infectarme de odio, me niego a dejar de creer en la humanidad y en la capacidad del ser humano para acabar con la violencia. Me parece increíble que un país que presume de católico, evangélico, religioso y místico pueda regocijarse ante un linchamiento, uno de los actos más cavernícolas que existen ya que convierte a ciudadanos comunes y corrientes en cómplices de asesinatos. El linchamiento no debería de justificarse bajo ninguna circunstancia ni aun con los agravantes de este caso. Como diría la doctora y escritora Patricia Cortez “Así es Guatemala, una herida abierta sin medicamentos, sucia, a la que siguen echándole lodo y que resuma pus, podredumbre, miseria y mal olor”. Tactic, tictac, Tactic, tictac, Tactic el infierno está aquí y viene por ti. @liberalucha

martes, 11 de septiembre de 2012

¿Yo, patriota?

(Foto de Regina José Galindo, creo). No tengo patria. Desde pequeña me aburría cantando el himno nacional, peor si era la versión completa. Me daban tedio los días cívicos, la oda a la bandera, el saludo uno, y el dos también. No me gusta estar parada, no me gusta marchar. El patriotismo me huele a ghettos, a rojos y cremas, a orgullo por la cerveza y el pollo grasoso, a Arjona. En nombre de la patria existe la xenofobia. Tantas guerras por cuidar fronteras físicas, cuando en las ideas estamos completamente conquistados. Mickey Mouse hasta en la pacha. Mi patria son mis amigos, la familia escogida, la gente que me hace reír y confiar en un mundo mejor. Asocio el patriotismo a los militares, a la bota en la cara, a obsoletos escudos. Hubo una época en que sí me sentí parte de un país. Pero eran tiempos de rock y de esperanza. Hace casi veinte años. Éramos jóvenes, felices e indocumentados. Soñábamos con construir una nueva nación donde cupiéramos todos. Bailábamos hasta el amanecer, coreábamos canciones que preguntaban ¿Cómo puede un hombre muerto sembrar semillas en un huerto? Teníamos esperanza en que la paz era algo concreto y no una moneda devaluada. Vuelvo a escuchar esas canciones Ya han pasado varios años, tu has crecido y yo crecí. La nostalgia me saca canas y no son verdes. Confieso que me entusiasma más celebrar los veinte años de la existencia de Bohemia Suburbana en mi vida, que una supuesta independencia de un país que nunca ha existido. Buscando la sonrisa que una patria me quitó. Rascando las heridas que un pasado me dejó. Y aquí voy y aquí estoy. Aquí te voy… (LUcha Libre publicada en elPeriódico el miércoles 12 de septiembre del 2012).

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Parte del sistema

Un nuevo acto de horror salpica de sangre las páginas de los periódicos y los minutos en los noticieros. La indignación, la rabia y la cólera que nos desata la violencia nos tiene ahora preocupados por la niñez guatemalteca. Así como ayer nos escandalizamos por la muerte de la balletista y anteayer por la desaparición de Cristina. Hoy son los niños y niñas maltratados los que ocupan editoriales. La vulnerabilidad de la población infantil en Guatemala es escalofriante. El parricidio es tema de debates, foros y conversaciones por algunos días pero luego, ¿qué? Siento que nos falta ubicarnos, salirnos un poco de nuestra zona de confort y vernos desde afuera. ¿Qué papel jugamos en el sistema de justicia guatemalteco? Somos parte de la sociedad, somos peones y piezas que también funcionan o no funcionan. ¿Somos de los que si ven en la calle un asalto o un acto violento prefieren no meterse? ¿Lamentamos los moretones de la vecina pero saludamos cordialmente al marido que la marca? ¿Ha visto cómo golpean a un niño y ha ignorado el tema? ¿Cree que los trapos sucios se lavan en casa? ¿Seríamos capaces de declarar en un juicio para defender la verdad? ¿Está de acuerdo con lo del ojo por ojo, diente por diente? Como siempre tengo más preguntas que respuestas para entender cómo vivimos en este país que duele tanto. Y cada día debo repetirme una vez más que no debo odiar, que la violencia no es el camino, que la venganza y la rabia no pueden ser solución para salir de la crisis. Hay que intentar renovar cada día nuestra fe en la humanidad. No es fácil. Lucha Libre publicada el miércoles 5 de septiembre del 2012 en elPeriódico.