martes, 25 de mayo de 2010

Días infértiles

Foto bajada del google, pintura de Juan Sisay.

Una pregunta tan sencilla como: ¿Va el gobierno a repartir fertilizantes en la Cuenca de Atitlán?, me ha hecho viajar a Sololá infructuosamente en dos ocasiones. Que no es con el MAGA, que vaya a Prorural, que los que saben son los del MARN, que venga mañana, el jefe no está.

La respuesta se me ha vuelto más escurridiza que un conejo con reloj. Al menos me ha dado dos días de vagabundeo mercantil.

Martes y viernes de algarabía en el regateo. Laberintos de nylon negro y comercio informal. Mis ojos se llenan de los colores y olores de cada puesto. Me entra un deseo intenso de conocer la gastronomía local. ¿Cómo incorporar a mi dieta esas diez especies diferentes de pescaditos fritos? ¿Patín para el almuerzo? ¿Queso de hoja con tortilla negra? Mmmm.

La variedad de verduras y frutas me hablan de una vocación agrícola por excelencia. El tamaño obsceno del pepino, el rojo brillante del chile pimiento me regresan al tema de los fertilizantes químicos. ¿Cuánta mierda en dosis moderada tendrá ese brócoli perfecto que ningún insecto quiso probar por temor a envenenarse? ¿Podrían los agricultores apostar por la calidad y no la cantidad? ¿Preferiríamos los consumidores alimentos más sanos en lugar de más grandes?

Camino entre los puestos, me detengo ante la señora que vende pepitoria y otras especies. Me como un snack de distintas pepitas locales tostadas al comal. Me embeleso con el merolico anticolas que parece tener entre sus hierbas la cura para todos mis males. Pienso en mi otra vida de curandera y bruja.

Comienza a llover, el asfalto va punteándose de gotas grises. Tomo el camino de regreso a tiempo para ver a las nubes tragarse con sus grises al sublime paisaje de Atitlán.

Hoy no estoy para metáforas.


(Lucha libre publicada el miércoles veintialgo de mayo del 2010 en elPeriódico. Buena onda el GP que me ha acompañado estos días de reportear sin resultados).

miércoles, 19 de mayo de 2010

Verde que te quiero verde


Me ha dado envidia la última declaración de la presidenta Laura Chinchilla. Ha dicho que para el año 2017, Costa Rica se convertirá en el primer país del mundo que dependa 100 por ciento de fuentes energéticas limpias. Los ticos, que siempre nos han llevado ventaja en el tema ecológico, han sabido “vender bien” cada pequeño arroyo, colina verdusca o monte con el que cuentan. Hacia ese país va todo el turismo ecológico, proveyendo fuentes de ingreso y trabajo, sin que por eso descuiden los recursos naturales. La presidenta habló de aprovechar la energía del aire, del sol, de las olas del mar, de los ríos. Invitó a los inversionistas a interesarse por esas energías. No se refería a mega hidroeléctricas, ni a regalar el petróleo a los canadienses. Su declaración apenas ocupó un mínimo espacio en la agenda mediática, a diferencia de la cobertura sesgada que tuvo Evo Morales y su país libre de transgénicos. Pero ese es otro tema.


Mientras tanto aquí en Chapinlandia, la Asociación de Alcaldes Comunales de los 48 cantones de Totonicapán Chuimek’ena (los guardianes de los bosques mejor conservados del país) convocaron a una marcha y un bloqueo para protestar por el alza a la energía eléctrica y el daño sistemático a los recursos naturales. Ellos que se han convertido en un ejemplo de solidaridad comunitaria, de consenso y de presión política indígena han mantenido vivas 21 mil hectáreas de bosque, fundamental para cientos de nacimientos de agua que proveen de este vital líquido, no sólo a los totonicapenses sino también a Sololá, Quiché y parte de la Costa Sur.


El agua, el aire que respiramos, los alimentos que consumimos, todo forma parte de un mismo sistema que vamos contaminando a un ritmo acelaradísimo. Va siendo evidente que la lucha ecológica debe radicalizarse con esa misma intensidad. Aún estamos a tiempo de aprovechar y vivir de la naturaleza sin agredirla. Apostemos por invertir en energías limpias, será un bien común

miércoles, 12 de mayo de 2010

Antes o después


Foto: Lucía Escobar. Los modelos, en realidad no son modelos fueron fotografiados infraganti en una sesión intensa de lectura infantil.. maravilloso.. lo que hace la falta de televisión ¿no?






Un chapuzón en el mar, un clavado en el lago. La sensación de la arena en los pies, las piedras entre los dedos. Los poros hinchados del frío. El agua limpiando, purificando, refrescando. El viento trayendo aromas, recuerdos, activando sensaciones, pensamientos. Un aire fresco que se lleve las noticias del día, la política y sus preocupaciones, las consecuencias de la bolsa fantasma y los brokers. Esa no es la realidad en que quiero creer, crecer, pensar.

Enfocarse como un lente angular en la distorsión de lo establecido normal. Prestarle atención a los locos, a lo paranormal, a las historias de estrellas, cometas y ciclos que se repiten en la espiral de este ADN universal. Dejar que el pájaro se te vaya en el movimiento sutil de los árboles. Prender un fuego y no dejarlo apagarse, que alumbre la oscuridad, que enseñe el camino correcto en el devenir del tiempo. Escribir un cuento, que sean dos cuentos, que sean todos los cuentos. Perderse en las hojas de todos los libros que han requerido –al menos- el alma del escritor. Aquellos escritos que fueron vomitados desde las entrañas malditas del dolor. Jamás detenerse ante la vanidad y la altanería.

Caminar, caminar mucho, seguir adelante, y a cada tanto parar un instante sin cronómetro para ver hacía atrás. Voltearse y ver con alegría lo que dejamos pasar; las flores hermosas, el paisaje en cascada de tantos azules. Respirar, tomar aire, dejar una marca en el camino y seguir andando. Un motor que se activa con las carcajadas de los niños. Dejar los cataclismos y el Apocalipsis para las prédicas y las sobremesas cargadas de alcohol. Caminar, a ratos acelerar el paso, en los partes oscuras o en la bajada. Correr sólo si es necesario.

Sentir y disfrutar el cálido amor de la familia, la reconfortante presencia de los amigos, el milagroso significado de la vida sin olvidar el legado de los que se fueron.

Y si hay tiempo, celebrarlo.


(Lucha libre publicada el miércoles 12 de mayo del 2010 en elPeriódico, recordando al Animal).

miércoles, 5 de mayo de 2010

De goles y lluvia


Precipitación violenta, fluvial y electoral. Zapatos mojados. Discriminados, extraditados, explotados. Yo no quiero ir a Arizona. La SB1070 me da náusea. Siento pena por la familia de Hugo Alfredo Talé Yax, el héroe triste y desangrado que me recuerda al kaibil suicida. Jorge Mario Raymundo tenía 20 años, era Q’eqchi’ y fue castigado por sus superiores por no entender el castellano. Debía cargar 100 libras durante 24 horas en la pista de aterrizaje de la base militar. No aguantó la pena y huyó, lo persiguieron y prefirió matarse a regresar a la humillación. Lo entiendo.


La holgazanería en la Usac también la patrocinan con nuestros impuestos.
¿Cuántos productos prohibidos en el primer mundo consumimos en Guatemala? La Johnson & Johnson retira del mercado Tylenol, Zyrtec y Benadril. Las noticias al respecto son escasas y escuetas. ¿Y los niños que han consumido estas medicinas durante años? ¿Y los médicos que más bien parecen visitadores de las farmacéuticas, qué opinan? ¿Por qué no fomentamos la herencia indígena de la medicina natural?


Ofende el poder de las transnacionales que se esconden en su departamento legal, en sus oficinas de relaciones públicas, en sus compadrazgos comerciales. Menos mal la British Petroleum asumirá el costo de la limpieza de su nefasta marea negra. “Lo bueno” es que la suerte está de su lado, el derrame en lugar de hundirlos elevó el precio del barril de petróleo crudo. A quién le importan los corales y las tortugas marinas si ya las hacen de plástico chino y todas valen
Q 9.99.


Capa, sombrilla y botas para salir a recoger pajaritos o zompopos de mayo. Serán días de desayunar, almorzar y cenar fútbol. ¿Cómo no fijarme en las piernas? Y el goooooooool.
¡Mayo! ¡Y yo aún no he llorado a mis muertos!


Columna Lucha Libre publicada el miércoles 4 de mayo de 2010 en elPeriódico.