miércoles, 30 de enero de 2013

Genocidio Ixil

(Obra del artista sanpedrano, Benvenuto Chavajay).
Me niego a que me tilden de izquierdista o guerrillera por sentirme esperanzada ante el juicio por genocidio y delitos de lesa humanidad que le espera al general Efraín Ríos Montt y algunos de sus subalternos. Esa estrategia de intentar polarizar a la población es de mentes ancladas en la guerra. Buscamos paz, reconciliación, una memoria compartida, analizar la historia, entender qué fue lo qué nos sucedió. ¿Qué nos llevó al desborde de la violencia? ¿Cómo podemos girar la historia hacia otro rumbo? ¿Por qué repetimos los mismos errores? ¿Por qué seguimos tan mal? Quizá encontremos la respuesta de las violaciones en la Roosevelt en los testimonios de las mujeres de Sepur-Zarco. Tal vez la masacre de Totonicapán se entienda mejor a la luz de las estrategias militares de los años ochenta. Quizá logre entender por qué un tipo mesiánico, histriónico, elocuente y cruel ha sido el personaje político más importante del último medio siglo en Guatemala. ¿Por qué no enterrar el pasado? Porque todos deberíamos saber qué sucedió en Santa María Nebaj, San Gaspar Chajul y San Juan Cotzal. Porque no queremos más Operación Victoria 82, Operación Firmeza 83 u Operación Sofía. Porque los Frijoles y los fusiles son una aberración tan estúpida como la escopetarra. Porque No robar, no mentir y no matar deberían ser realidades y no simples slogans. Por la violación, tortura y masacre de 1771 ixiles, por las 29 mil familias desplazadas del triángulo Ixil, por las 1465 menores de edad violadas. Porque Ríos Montt dijo “Vamos a matar pero no asesinar”. Porque la paz no se construye sin justicia. Porque los tiempos cambian.

miércoles, 23 de enero de 2013

Mentiras

Me da la impresión de que nada cambia en este país. Parece una pesadilla recurrente donde los malos siempre ganan y los buenos no se ven. En mi cabeza suena Manu Chau, escupiendo su verdad: Todo es mentira en este mundo. Todo es mentira la verdad. Todo es mentira yo me digo. Todo es mentira ¿Por qué será? La velocidad de Lance Armostrong, el cuerpo de las Misses, el doble saldo de las telefónicas, los informes ambientales de la Goldcorp, los sueldos de los asesores, la inocencia de Ríos Montt, la imparcialidad de la justicia, la ideología de los congresistas, la inocencia de los financistas, la lucha contra la corrupción, el discurso del empresario, el cambio de era, la firma de la paz, la solidaridad, la mano dura contra la delincuencia, la historia de los tres reyes magos, la sonrisa del político, la promesa de campaña, la oferta del supermercado, la ayuda desinteresada, la felicidad de los guatemaltecos, la idealización del indígena, la prosperidad del cemento, la pureza del agua, el traje nuevo del emperador, la responsabilidad social empresarial del CACIF, las mesas de diálogo, el combate a la pobreza, las transferencias condicionadas, el sueño americano, las tasas bajas de intereses, las enmiendas a las leyes, el discurso del ministro, el uniforme del policía, la vocación del maestro, la cuota única del colegio, lo que los niños aprenden en la escuela, el amor de la vida. Mentira la mentira. Mentira la verdad. Mentira lo que cuece bajo la oscuridad...

miércoles, 16 de enero de 2013

Demo... pajas

Me ha dado por la democracia y he preguntado a mis amigos sobre el tema que les gustaría que tocara en este espacio. A los pocos minutos ya tenía algunas sugerencias. Primero me recomendaron que criticara el informe del Gobierno. Pero qué puedo decir de un montón de promesas incumplidas, casacas y cifras abstractas. Luego me pidieron que criticara la mojigatería de la iglesia. Pero desde que ya no está entre nosotros Monseñor Quezada Toruño para sugerirme que me tire al Puente del Incienso por creerme dueña de mi cuerpo, ya ni ganas me dan de hablar de anticonceptivos. Mejor les cuento de los sí concebidos, lo que me recuerda otro de los temas sugeridos… que cuente cómo fue mi parto en casa y que hable de la importancia de una escuela para comadronas, pero ese tema da para un manual completo y no para una columnita de opinión. Que critique a la SAT y la forma en que nos asaltan diaria, mensual y anualmente. Pienso que lo malo no es pagar impuestos, lo malo es que se los roben o que los desperdicien en gastos superfluos. Las otras recomendaciones fueron las de los optimistas, que piden que escriba sobre las cosas buenas de Guate, de cómo se extrañan los paches cuando se está lejos y de lo lindas que son las cataratas. De eso también he escrito mucho y más que escribir, lo que hay que hacer es visitar esos lugares. En total fueron tantos temas sugeridos que sirvió de poco mi encuesta. Al final se me fue esta columna en burocracia y en el puro ejercicio de sistematizar las respuestas. No llegué al fondo, no resolví, pero salió una columna bien democrática. ¿No creen?

miércoles, 9 de enero de 2013

13.0.0.0.0.0

Me gustaría pensar en este año como en una hoja en blanco, una hermosa y enigmática interrogante, una respuesta desconocida. Me ilusiono como una niña ante la idea de las sorpresas que nos depara este nuevo ciclo, este baktún del cambio y de la luz. Busco señales positivas para soñar con un mundo mejor. Evito pensar en la tragedia, la tristeza y el dolor. Evado los periódicos. Huyo de los noticieros. Me enfoco en la dulce sonrisa de mis hijos, en las nubes blancas corriendo en el cielo, en el almanaque y su promesa de colores. Pero no quiero ni puedo vivir en mi burbuja. Mi burbuja explota ante el aliento del viento. Aterrizo en un país absurdamente hermoso, bello y terrible, triste e injusto. Veo a mi alrededor y busco la sonrisa en los ojos de la gente que deambula en las calles. Pero en la calles la gente va siempre de prisa, va corriendo, va apurada. Casi no tenemos tiempo para reír ni pensar. Filosofar y meditar son conceptos que chocan en un país donde el hambre es absurdamente real. Las lombrices engordan felices en las panzas de los niños. Niños que no tienen fuerza para emprender el largo camino que los llevará a escuelas grises y sucias donde les enseñarán conceptos obsoletos que poco les servirán para enfrentarse al futuro. Un futuro que no es una hermosa hoja en blanco, un futuro como fardo de carbón. A menos que… a menos que no estemos dispuestos a aceptarlo y decidamos luchar ingenuamente por un mundo mejor. A menos que creamos en la esperanza, en el poder de la gente y en el amor, esa abstracta y dulce utopía.