miércoles, 28 de julio de 2010

Lípoli*

Las montañas se desparraman, cierran los caminos. Hay que volver callos los pies para no dejar de avanzar, caminando sobre derrumbes, puentes flojos, piedras resbalosas que dan al río embravecido. A la naturaleza revuelta le ha dado por el dulce sabor de la venganza. No hay carretera que dure cien años, ni pueblo que la mantenga.

Mientras tanto, los gobernantes que en realidad son ladrones de saco y corbata se dividen el pastel sin asco. Guatemala es la piñata llena de riquezas, se la queda el que más patea, el que empuja más duro, el acostumbrado a machucar. El Presidente Álvaro Colom pasará a la posteridad como el Judas que regaló el humedal más grande de Mesoamérica. Sus nietos le reclamarán frente a la tumba, la vergüenza de la traición. Y si existe la otra vida, reencarnará en tortuga envuelta en petróleo, y su agonía será transmitida en vivo y en directo.

Somos un pueblo que sufre, que no tiene tiempo de lamentarse, que debe ir al trabajo, a la escuela, a la muerte, sin chistar, apretado en una camioneta maloliente. Me da vergüenza leer los periódicos. Me apena ver mi nombre impreso y formar parte de la maquinaria que vende muerte y noticias. Me canso de mi activismo fofo, de mis convicciones pasadas de moda. Pena de muerte a mi opinión. Con lo dulce que sería ser poeta, dejarme arrastrar por el compás suave de una nueva palabra, por la armonía de una frase bien resuelta y la belleza de una metáfora elocuente. Declamaría versos en las cantinas, subida en la mesa, pediría una ronda de tequilas y renunciaría para siempre a mi papel triste de opinóloga, mientras opinaría que qué bonito es no opinar.

*Palabra no autorizada por el RAE para referirse a la pena ajena.

(La lucha libre publicada en elPeriódico el miércoles 28 de julio del 2010)

martes, 20 de julio de 2010

Bad Attitude

En el Bad Attitude con Sam y Farnés.


Hubo una época en que todo lo miraba oscuro, triste y tenebroso. Adolecía en mi adolescencia de complejos e inseguridades. La rabia y la frustración atorada en el alma, y una angustia que vista hacia atrás, era sólo el certero presentimiento de la adultez. Ante mí, sólo un camino; una vida en eterna búsqueda del éxito medido en shopping y marcas.

Hasta que llegó el rock a mi vida, con su escena under reviviendo en las calles de la zona uno. Y descubrí que el rock es una actitud ante la vida y un género que abarca muchos géneros. El rock me ha salvado la vida más de una vez. Una canción a tiempo, una fiesta para almas atormentadas.

Hay en la zona uno, un lugarcito que guarda esta magia rockera. El “Bad Attitude” con sus mil calaveras viéndote a través de sus ojos neón, la imaginería de la muerte en su máxima expresión. Es un lugar de fiesta, donde lo mismo bailas psyco hasta desfallecer como escuchas a las nuevas bandas de reggue o punk. José Farnés lo fundó hace años con sus ahorros de media vida en Estados Unidos y se convirtió en un lustro, en punto de referencia para la cultura urbana.

Hace unos meses, comenzó un acoso constante de la Multisectorial, la SAT y, algo increíble; el Ministerio de Cultura y Deportes, para obligarlo a cerrar el local. Le achacan supuestas anomalías pero los cien policías que llegan semanalmente a “visitarlo” nunca le han encontrado nada irregular. Farnés tiene todos sus papeles en orden y entonces ahora la excusa de los burrócratas es que: ¡El rock no es cultura!

No me debería extrañar en una sociedad en la que cualquier signo de diferencia, de autonomía y rebeldía es visto como un delito.

Cuando mis vecinos se quedaron sin casa por la tormenta Agatha, fueron los músicos los primeros en apuntarse a hacer un concierto y son los rockeros los que siempre tocan gratis, a beneficio, a favor de. A menudo la llamada mala actitud es sólo una pose para esconder corazones blandos. Pero eso, no lo saben los burócratas, los cazadores de brujas, los que piensan que el mundo es una tacita de plata, los que nunca conocieron la magia del rock sacudiendo su alma.

¡Larga vida al Bad Attitude y al movimiento rockero! Nacimos para gritar y no nos callarán

(Columna Lucha Libre publicada en elPeriódico el 21 de julio del 2010).

martes, 13 de julio de 2010

El corazón de Pío




Una vez más mataron a un amigo. En el país de la impunidad los hombres caen como moscas y el asesino siempre anda libre. Se fue el Pío y siento el filo frío de la muerte en mi corazón. Me da rabia, frustración y enojo que otra buena persona sea asesinada.
Cierro los ojos, y cada vez que veo a Rolando en mis recuerdos, son momentos de alegría, de fiesta, de risa, de pláticas interesantes. Era un chavo que escapó con desparpajo de la sociedad consumista y egoísta, del mundo de poseer y tener. Al Pío no le duraba el dinero, porque para él sólo servía, si al gastarlo invitaba a un amigo a tomar algo o a evadir la cotidianidad y la vida domesticada. Lo recuerdo siempre sonriendo, haciéndome reír, invitándome a la fiesta, a conocer algún lugar lindo, o filosofando sobre la situación de Guate o de las profecías mayas.
Autodidacta, Rolando hacía de la conversación y el cantineo su forma de obtener conocimiento a cambio de dar siempre calidez humana.
El último tiempo el Pío vivía en Petén y trabajaba como guía de turismo, tenía planes de hacer un programa de televisión y otros proyectos. Los testigos dicen que el fin de semana pasado intentó defender a unas extranjeras a las que querían violar. Y lo amenazaron de muerte. Regresó a su apartamento, se durmió y mientras tanto, el tipo que quiso abusar de las turistas lo apuñaló en el corazón. Ese corazón grandote capaz de hacernos ver un arcoiris en el día más triste.
Grabé su teléfono para llamarlo cuando viajara a Petén y ya nunca podré hacerlo. Quisiera pensar que la persona enferma y estúpida que paró este corazón de un cuchillazo va a terminar en la cárcel y que no me lo encontraré en la calle, como otros tantos asesinos que andan sueltos. Es una tristeza que con tanta pena, sea la familia de la víctima quién asuma siempre el papel de investigar, indagar y acusar.
Ojala su muerte, no se convierta en una estadística más de impunidad en el país. Todo mi amor para la familia y amigos de Rolando Quintana, el Pío.

(Columna Lucha Libre publicada en elPeriódico el miércoles 14 de julio del 2010).

miércoles, 7 de julio de 2010

De naranjas mecánicas y otros ácidos


Un poco sin querer queriendo, otro poco por casualidad, me he mantenido alejada del Mundial. Veo los resultados en la prensa, me río de los comentarios en Internet y procuro no enojarme ante el sometimiento brutal del fútbol que vivo cada día. Pero hoy, escribo mi columna, mientras en la televisión de enfrente Holanda y Uruguay disputan un lugar en la historia del fút. ¡¡¡ Goooool!!! Intento meterme en el ambiente pero mi mente se va a la Naranja Mecánica, mi película favorita de todos los tiempos. Tiene mi edad y es hasta el día de hoy, una de las cintas más modernas, controversiales y polémicas que he visto. No hay duda que el cine me apasiona mucho más que el deporte. Claro, disfruto de la belleza de los hombres, de verlos corriendo entre el césped y de la fuerza de sus piernas. Hasta podría entusiasmarme más con estos juegos, si al menos el audio fuera menos ofensivo. Imagino este juego con buena música de fondo, y hasta podría pensar que los futbolistas son danzarines y que cada movimiento es una obra de arte. Pero para ello, tendría que alterar mis sentidos, consumir alguna poderosa droga y quizá hasta enamorarme de un futbolista. ¡Jajaja!


Y mientras me contagio de la euforia, Uruguay empata y casi, casi, siento una emoción sincera. Mi orgullo latinoamericano, se infla y puedo verme en algún bar de Montevideo brindando con la Uru. Se me antoja un chivito asado, estar comiendo en el Mercado del Puerto. Y de pronto todo cambia y ya no hay empate sino una vez más los europeos le han ganado a los latinoamericanos. Me entristezco, mi corazoncito no se encuentra preparado para estas desilusiones. Y es que el fútbol me recuerda demasiado mis circunstancias sociales. Otra cosa sería si hubiera nacido en Holanda, estaría en este momento en The Bulldog celebrando el partido con un tremendo puro de marihuana. 3-2


Columna Lucha Libre publicada en elPeriódico el miércoles 7 de junio de 2010.

jueves, 1 de julio de 2010

De Guate para Pana


Buena onda a toda la mara que se está apuntando a ayudar a la gente de Barrio Norte Jucanya' que perdió sus pertenencias, sus casas, su ropa por el paso de la tormenta Agatha. Gracias a José Farnés quién amablemente se puso pilas para organizar este concierto en Bad Actitud el Viernes 2 de julio. Lleven víveres, enlatados, medicinas, ropa para niños y niñas, lo que puedan, toda ayuda es bienvenida.