Tuvimos un fin de semana intenso. Como en la peor película de Hollywood pasamos del miedo a las piedras hirvientes al terror de sentirnos en un mundo de azúcar. Hormiguitas en manos de un niño aburrido. Apocalipsis en gotitas y nota roja.
En mi mente aún puedo escuchar el sonido ensordecedor del río San Francisco, y saltan a mi cabeza las imágenes de la avalancha de piedras, troncos y destrucción bajando de las montañas y llevándose los puentes por los que paso todos los días, destruyendo las casas de amigos y desconocidos, la infraestructura de juguete que nos venden en millones de dólares y los sueños y el trabajo de tanta gente.
Hay sucesos inevitables como las erupciones volcánicas y los huracanes. Pero hay muertes estúpidas y evitables como la de Aníbal Archila o las que provocan la ineficiencia de nuestras autoridades, la corrupción de los contratistas del Estado y la apatía de los ciudadanos que prefieren no meterse en política ni exigir gobernantes y autoridades de verdad.
Tengo más dudas que respuestas en mi cabeza empapada. Pasé del miedo a la tristeza y luego al enojo. Mi mente aún se encuentra en estado tormentoso. Pero estas tragedias me sirven para reafirmarme en mis valores y luchas.
Esta tragedia es una oportunidad para no volver a cometer los mismos errores. ¿Dónde está todo el dinero que entró en prevención de desastres post Stan? ¿Y los mil proyectos que se hicieron para gestión de riesgos? ¿Cómo podemos realmente ayudar a los otros?
Nos queda mucho trabajo por hacer, somos un país hiper vulnerable a los desastres. Y por lo visto, el invierno apenas empieza. No podemos seguir pensando sólo como individuos. Somos parte de una comunidad y si el vecino se hunde en hoyo o se lo lleva el río, los próximos podemos ser nosotros.
El sol salió. A seguir pues… ¿igual que antes o más pilas? ¿Reaccionaremos?
3 comentarios:
Me gustaría saber cuantos periodistas y blogueros conocen el Decreto 112-96 que le dio vida a la CONRED. Y despues de haberlo leido comparar lo que establece dicho decreto con la actuación un tanto pueril de las actuales autoridades de CONRED y someterlas es escrutinio publico, pero basados en ley. Lucia Escobar debiera de leer este decreto y hacer una critica constructiva, pues el guatemalteco, pide una ley para cada caso y los liberales piden que se anulen todas las leyes que solo prevaliezaca la ley de la selva. Bien haríamos en leer la Constitucion y luego el la Ley de la Coordinadora Nacional para la Reduccion de Desastres y despues opinar con mejor tino y exigir su cumplimiento o su mejora. NUEVA GUATEMALA DE LA ASUNCION
Que dónde está el dinero destinado a la prevención de desastres, luego del huracán Stan? Pues si es que lo hubo, seguramente en los bolsillos de uno de los gobiernos más corruptos de la historia de nuestro país. Corrupción solapada por la prensa nacional, esa misma que hoy exige cuentas claras pero que no dijo pío con los hueveos millonarios del gobierno de Oscar Berger, en parte porque los familiares de Gonzalo Marroquín, Sylvia Gereda Valenzuela o el mismo Mario Fuentes Destarac fueron parte de ese carnaval de saqueos y gavetazos que dejan a Portillo como un hueviavueltos.
Hoy la prensa vuelve a ponerse el disfráz de decente que colgó durante esos nefastos cuatro años en los que se revolcó en medio de toda esa corrupción, desfalcos y negocios oscuros. Ojalá y eso haga alguna diferencia y no vuelva a repetirse nuestra tragicómica historia.
Damesio J.
Pues por eso es que es urgente la auditoria ciudadana. Si no es la prensa entonces que sea la comunidad la que ya no permita ese saqueo sistemático en que se ha convertido todo chance en el Estado.
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