viernes, 18 de mayo de 2012

Mayarí

Tremenda responsabilidad ser la hija de uno de los escritores más polémicos que ha parido Guatemala. Mayarí de León tenía quince años cuando su papá fue secuestrado por escuadrones de la muerte, hace 28 años. Según el Diario Militar, a Luis de Lión lo tuvieron casi un mes encerrado quién sabe dónde, hasta que finalmente murió. No logro imaginar la tristeza de la familia hacia un hecho tan infame. Además de ser un escritor que rompió con los moldes de la literatura guatemalteca y que se atrevió a jugar y experimentar con los temas y el lenguaje, fue un maestro ejemplar, un hombre preocupado por la niñez de su país. Fue además un motor de desarrollo en San Juan el Obispo, donde fundó hace 50 años, junto con otras personas, una biblioteca que aún funciona. Su legado, su obra, su casa, sus textos inéditos, están en manos de Mayarí, quien ha sabido conservarlos y en la medida de sus posibilidades difundirlos. Pese a que en el 2008 el Estado guatemalteco reconoció su participación en el asesinato del escritor y se comprometió a resarcir a la familia y a construir un museo, un parque infantil y una biblioteca más grande en San Juan el Obispo, poco de esto se ha cumplido. Los días de Mayarí se pasan entre un montón de gestiones, proyectos y acciones concretas para difundir la obra de su padre. Su casa se ve invadida por adolescentes sanjuaneros que reciben clases de música o hacen deberes ahí. Ni el tiempo, ni el dinero, le alcanzan para todo lo que quiere hacer. Es urgente que el gobierno cumpla con lo prometido y apoye sin miramientos ni peros, este proyecto cultural tan importante. Es urgente que aparezca el cuerpo de Luis de Lión para que sus familiares tengan una tumba para llorarlo. Es urgente que dejen de matar artistas.

1 comentario:

Unknown dijo...

Este sábado 19 están todos invitados a ese maravilloso pueblito de San Juan el Obispo para recordar con actividades literarias al escritor.