miércoles, 1 de mayo de 2013

Trabajo y expresión

El Primero de Mayo es una fecha emblemática para los movimientos sociales en todo el mundo. Es un día en que las personas inconformes, que aún sueñan con que la realidad puede y debe cambiarse, se manifiestan. Desde hace más de un siglo las marchas, huelgas y protestas se repiten y se multiplican en muchas partes del mundo. Es un día que aglutina a sectores diferentes para reflexionar, criticar y proponer mejores formas de relacionarnos como jefe/empleado, contratante/contratado. Gracias a las marchas del Día Internacional del Trabajo es que ahora gozamos de jornadas laborales de ocho horas diarias. Y gracias a los obreros que se atrevieron a desafiar lo establecido es que hoy en Guatemala existe un Código de Trabajo, vacaciones pagadas, indemnización y otros bonos que disfrutan los empleados, pequeñas victorias que han permeado el duro corazón del empleador. Lejos estamos de la perfección laboral, aún se violan muchos derechos de los trabajadores, las mujeres embarazadas aún son despedidas injustamente y cada vez más abundan los que trabajan por día, faena, contrato o con factura, y que están afuera de cualquier beneficio laboral. Por eso sigue siendo un día importante, que bien vale la pena poner en agenda. Lo mismo pienso del Día Mundial de la Libertad de Expresión que se celebra el 3 de mayo y que intenta visibilizar la importancia del trabajo periodístico y de los periodistas que arriesgan su vida por dar a conocer lo que sucede en sus países. El periodista es un obrero de la verdad, que muchas veces no sabe de horarios, de jornadas ni de peligros. Y su papel en esta sociedad es esencial para mantener una democracia. Así que feliz día, obreros y periodistas. (Lucha LIbre publicada en elPeriódico el miércoles 1 de mayo del 2013)

No hay comentarios: