martes, 12 de abril de 2011

Para no enamorarme



Aquello de pan y circo para el pueblo tiene su versión tropical con el guaro y el fútbol. No deja de ser curioso que una de las frases más famosas de nuestro único Nobel de Literatura, tiene que ver con la borrachera. Somos famosos por la calidad de nuestra cerveza (fíjense en el “nuestra”) y lo sofisticado del ron zacapaneco. Y pronto por la Quezalteca con rosa de jamaica, de la que me declaro adicta en potencia. ¿Razones para chupar? Miles. Como dice la canción; tomo para no enamorarme, me enamoro para no tomar. En ese círculo, generaciones enteras crecen anestesiadas y convencidas de que la única manera posible de celebrar o enterrar una derrota es en un océano etílico. Pocos cuestionan la terrible dimensión de ser un pueblo embrutecido por el único producto que llega democráticamente a todos los hogares, incluso donde aún no tienen electricidad, ni asfalto, ni letrinas.
Agradezco las bendiciones de una copa de vino diario, una cervecita fría que refresque, la cuba que nos nivela y hasta un tequilita astronauta (café, azúcar y limón) para curar la gripe. El elixir de los dioses es bendición del libre mercado y del libre albedrío pero también maldición para almas ansiosas.
Vean los efectos del guaro en la universidad pública que un día fue un hervidero de ingenio, intelecto, chispa, rebeldía y crítica. Hoy, el abuso etílico convirtió la famosa huelga en un chupadero cualquiera, micrófono abierto para escatología burda, violenta, machista y bastante aburrida. Universitarios de ojos vidriosos, pasos tambaleantes y chela en mano, embrutecidos por la misma oligarquía que tanto critican, trabajan para poder chupar, chupan para aguantar el trabajo.
Abundan las ofertas para beber pero nadie nos enseñan a parar antes de que nos alcance la goma.
Por cierto, tengo algo de taquicardia, los dejo, me voy a tomar un traguito.

8 comentarios:

Luis dijo...

excelente columna, solo que la canción dice tomo para no enamorarme, me enamoro para no tomar

Unknown dijo...

Gracias, es cierto, voy a cambiarlo, al menos en el blog...

Liliana dijo...

Me gustó! Coincido con lo del alcohol y me quedé esperando más del fut... (que para mí es el opio de ntros. pueblos, ya lo dije alguna vez) Bonita la nueva imagen del blog.

Unknown dijo...

Sí, Lilly, fíjate que mi intención si era hablar mas del fútbol pero la columna es tan chiquita que cuando sentí ya no tenía espacio, apenas 1500 caracteres. Así que será para otra ocasión de plano. Gracias por escribir.

Viki Lemus dijo...

Una realidad dura como lo es Guatemala, permanecer sobrio en todo momento es casi imposible y crear adicciones es el gancho que todos creemos dominar hasta que un dia caes en cuenta que te dominan, alli sucumbe hasta el machismo que luego se vangloria de de que eso es parte de ser hombres de verdad!

G.C. dijo...

El Joan Manuel, en el penúltimo verso de una de sus clásicas canciones dice “...Si alguna vez fui sabio en amores, lo aprendí de tus labios cantores. Si alguna vez amé, si algún día después de amar, amé, fue por tu amor, Lucía, Lucía...” Ya imagino los suspiros del catalán enamorado. Por cierto hasta la versión que interpreta Rosario, en Serrat eres único, es de mucha inspiración, para enamorarse. Salú.

Unknown dijo...

GE-NIA-LÍ-SI-MO.
Es triste, pero en este caos social y personal siento que el mejor anti-depresivo es el alcohol

Pablo dijo...

Yo por eso fumo marihuana.