miércoles, 2 de septiembre de 2009

El Grito



Foto cortesía: Paula Morales

Sin duda soy la persona menos parcial para hacer una crítica seria del concierto de Bohemia Suburbana realizado el sábado pasado. Mi opinión está salpicada de nostalgia, anécdotas y sentimientos comprometidos con los integrantes.

Si mi adolescencia tuvo un soundtrack, seguramente más de una canción de Bohemia sonó por ahí para aderezar algún desencanto, beso o momento importante.

Recuerdo con cariño la primera vez que los escuché en vivo, hace más de diez años, en una bodegona frente a Géminis. A medio concierto, se fue la luz y en lugar de que la música se acabara y se cancelara el toque, ellos siguieron tocando acústico, Giova cantó a capella y el público siguió coreando las canciones. Fue un momento mágico en aquellos 90, cuando nos sentíamos invencibles.

Después de eso, los toques se volvieron parte de mi vida, supongo que lo más parecido a sentirme parte de una “mara” fue disfrutar del mosh, ser una masa de cuerpos que bailan, saltan y gritan, donde no importa si luces linda o cool y en donde tampoco es imprescindible drogarse para ser movimiento y vibra.

Además, Giovanni Pinzón tuvo la habilidad de convertirse en una especie de gurú generacional, que nos retaba a enfrentar el sistema, a gritar y a luchar por un espacio en la sociedad. Y aunque su lírica no despide erudición intelectual, en la simpleza de sus letras hay una postura política que invitaba a rebelarse y revelarse.

Por supuesto los años han pasado y dejan sus huellas más allá de la calva y/o la panza. Hace rato que Bohemia Suburbana cambió, como lo hicimos su público y la escena musical en Guatemala. La revolución mental ya casi no atrapa a nadie.

Pero el sábado pasado, volví a sentir la mística, el calor humano de la tribu, se me erizó la piel, me reí y baile como antes.

Y también sentí nostalgia del ayer, de cómo duele crecer.

8 comentarios:

Juan Pablo Dardón dijo...

Vaya si no duele amiga!

Stanley Herrarte dijo...

:( como duele crecer!!!

Unknown dijo...

Entonces fue normal volver a sentir los escalofrios!!! ...Excelente forma de decirlo.

Unknown dijo...

bueno, Bohemia no es contemporáneo mío (nací en el 88) y aunque y recurdo cuando sonaban no viví a "full" la magia de los 90's como adolescente, sin emabargo, Bohemia logra captar sentimientos/emociones/sucesos tan básicos y cotidianos sin caer en lo "común y corriente" -como algunos grupos nacionales de hoy en día...- Que su música sigue estando vigente. Me hubiera encantado haber sido joven por ahi de los 90's... En fin. Excelente concierto, tengo que admitir que me la gocé hasta más que en Santana :S

Anónimo dijo...

Fue un buen concierto, a pesar de que faltaba el calor humano, el salir a parrandear luego con ellos y platicar del concierto,etc

EL ENMASCARADO dijo...

Bueno verlos produciendo y esperamos el tour aqui en el norte!

Anónimo dijo...

Vos, como muchos otros comenzando por la rata dardón, envejecés, pero jamás vas a crecer.

Anónimo dijo...

A la gran puta, todavía está vivo ese cerote del Giovanni Pinzón! Eso es tener aguante.