miércoles, 5 de octubre de 2011

Me roban

Los robos que vivo a diario son muchos. Me roban centavos por todos lados. No solo a mí, quizá a usted también le sucede. Ejemplo: A las 2 p.m. compro Q.25 en triple saldo x 3 = Q.75 de tiempo de aire (literalmente aire). Dos horas después intento llamar y no tengo saldo. Reviso mis llamadas realizadas y fueron tres que duraron 2 minutos y medio cada una. ¿Me las cobraron al triple? Claro no solo me roba, además me acosa a todas horas con mensajitos promocionales estúpidos. Y Tigo actúa en forma similar, también me roba. Intentando ver qué plan de Internet me funciona mejor (o en cual me roban menos) he probado pagar por adelantado, diario, semanal o mensual. Pero Tigo caprichosamente o al azar quizá, deja de funcionar por horas o hasta días enteros. Cuando finalmente, el autómata de servicio al cliente logra solucionar el “problema” yo ya pasé muchas horas sin Internet. Y aunque insista, llame y vuelva a llamar exigiendo que me repongan el tiempo sin Tigo, mi petición se pierde en un laberinto sin salida entre los millones de reclamos similares que reciben a diario. La mayoría de los usuarios nos rendimos porque por unos cuantos centavos no vale la pena perder horas enteras en esos procesos.

También me roban en la gasolinera (Texaco), cuando siguiendo las recomendaciones de una nota de prensa: “cómo evitar que te roben en la gasolinera” en lugar de pedir 100 quetzales de super como habitualmente hago, pedí 3 galones. El total era Q.99.69 pero por supuesto Texaco no maneja centavos así que redondean la suma y pierde el cliente. En esa misma línea, la empresa que más me ha robado sistemáticamente, es la Despensa Familiar (de Panajachel en mi caso) cuando decidieron “eliminar los centavos” de sus cajas registradoras. En cada compra me quedan debiendo 5, 7 o 13 centavos. Y el día que me faltaron 33 centavos para pagar mi compra, por más que le recordé al cajero las decenas de veces que me ha quedado debiendo centavos, no me hizo ajuste, sino que tuve que quitar un producto.
Y así podría seguir y seguir y seguir y seguir contándoles cómo me roban.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y qué decir de la luz y las tarjetas de crédito!!!

CLAUDIA MASSIS LOPEZ dijo...

Buenas tardes Lucía, aprovecho saludarla y al mismo tiempo le escribo luego de leer su columna en donde lamento lo que le ha sucedido como consumidora.

Al respecto quería ofrecerle algunos de nuestros planes que contemplan minutos y mensajes, cuyos precios son bastante accesibles. Si está interesada en que le demos a conocer alguno de ellos, favor indicarme qué agencia visitará, para que pueda coordinar con el jefe de la misma y que le muestren nuestra variedad de servicios.

Agradecemos su preferencia. Quedo en espera de su respuesta y comentarios.

Saludos cordiales,

Batfink dijo...

Nice rant

Y eso que sólo estás hablando del dinero y no mencionaste cómo otros nos roban la esperanza, las ganas de vivir, la seguridad, la alegría...

Es como para morirse

Pero no te desanimés, pensá que de las 3 llamadas hubo una donde hablaste con una persona por la que hubieras pagado Q.100 sólo por decirle "hola" (si no tenés, conseguí una asap)

(Y bueno, si a veces no elegís ver unicornios la vida se hace más difícil de lo que es... te acordás de Pollyana?)