miércoles, 15 de agosto de 2012

Encontrar al sol

Desde hace algunos días no dejo de pensar en Tito Monterroso y en su fábula de la Oveja Negra. No sé por qué. Me cuesta concentrarme en la coyuntura nacional, quizá debería contagiarme con esta pequeña navidad improvisada que nos dejaron las olimpiadas y salir con el pecho inflado a mover banderines azul y blanco. Pero no puedo, ese vaso medio vacío no me deja concentrarme. La intensidad que tenemos por los héroes nacionales me asusta. El gusto que exhibimos por las estatuas me eriza la piel. Destrozamos jaguares a patadas cuando estamos contentos. Aquí, primero le cambiamos el nombre a Doroteo Guamuch Flores antes de erigirle un estadio en su honor. Da miedo ser héroe nacional. Aún tengo fresco el trauma que significó verle la cara a Peña (ya ni recuerdo su nombre de pila) en tantas vallas publicitarias anunciando su gran triunfo como ídolo americano. Poco le duró la fiesta. Por defender a Arjona, otro héroe nacional, somos capaces de arrancar hasta ojos. Son nuestros grandes orgullos, nuestras cimas, nuestras pequeñas pastillas de felicidad. Las medallas y los primeros lugares de ellos funcionan como psicotrópico colectivo. Pero ¿cuánto nos dura ese orgullo patrio, ese sentimiento de bienestar? Y ¿puede ese fervor anímico realmente influir en un cambio real en los guatemaltecos? Espero que al menos la próxima vez que nos topemos con un corredor o marchista en la carretera, no lo bañemos con la nube negra del escape, ni le salpiquemos agua de charco, ni estemos a punto de atropellarlo. Ya ven, puede ser uno de esos milagrosos muchachos que están intentando encontrar al sol. (Lucha Libre publicada el miércoles 15 de agosto en elPeriódico).

2 comentarios:

Rubén Alfonso Ramírez dijo...

Estimable señorita Lucía: No tengo el honor de conocerla personalmente, empero, todos los miércoles salgo a encontrar el sol y la encuentro en elPeriódico. La capacidad de síntesis que posee para escribir tanto en tan poco espacio eso es ser periodista; lo aprendí con David Vela en la Escuela de Periodismo...usted, creo, no había nacido.

La felicito con todo el poder de la palabra. Joven, bella e inteligente. ¿Podemos pedir más? En esta Lucha libre por la existencia en nuestra Guatemala, es bueno decirle:muchas gracias. Atentamente,

Juan Francisco Guzmán dijo...

Apreciable Lucía: es un gusto saludarla y desearle lo mejor.
He leído últimamente su columna Lucha Libre y me he detenido en una: Encontrar al sol... en ella usted habla de los héroes nacionales y me parece que al final da una gran lección a los lectores, precisamente eso es lo que nos pasa siempre. La felicito. Soy Guzmán, fui profesor de español en AMA, lugar donde usted trabajó, en Panajachel. Recuerdo que me visitó cuando empezó a trabajar ahí y hablamos bastante de español y de cosas de Pana. Pues quiero compartirle la dirección de mi nuevo sitio, espero que le guste. http://www.jfarteguzman.com Le deseo feliz día.