miércoles, 29 de mayo de 2013

Mayo

Los niños están con la novedad de mayo. Buscan zompopos, los bañan en limón y sal para tostarlos al comal o la plancha. Boquitas en peligro de extinción. El continuo chipichipi mantiene la ropa húmeda en el lazo esperando un rayito de sol. Lagunas en las calles, ríos en las avenidas, deslaves, y la esperanza de que la lluvia acabe con los incendios forestales (si esperamos que sean los humanos quienes los detengan, nos quedaremos sin bosque). Este mes de mayo, además, pasará a la historia porque un ex Jefe de Estado fue condenando por genocidio, un Día de la Madre, en honor a las mujeres ixiles que lanzaron al universo su voz. El General en su laberinto judicial despertó la compasión de aquellos que se solidarizan con la extinción de los dinosaurios. Los mismos que seguramente también se indignan ante la posibilidad de que otro exmandatario enfrente la justicia internacional. ¡Pobre Portillo, el Robin Hood de los pobres! ¡Otro chivo expiatorio! De pronto, nos hemos vuelto defensores del debido proceso, de los derechos humanos del criminal de cuello blanco. ¿Cuántos de los que hoy se rasgan las vestiduras por Ríos Montt y por Portillo han sentido compasión, o al menos curiosidad por los procesos que se llevan en contra de los defensores de derechos humanos, de los activistas, de los ambientalistas? ¿Cuántos han alzado su voz en contra del racismo estructural que nos atraviesa? Comienza de nuevo a llover y pienso en las goteras en mi techo, al menos soy de las que tienen uno. Mis pensamientos se hunden en el verde intenso de las montañas recién bañadas. Se acaba mayo, se va chorreando... http://elperiodico.com.gt/es/20130529/lacolumna/228931/

1 comentario:

José Antonio Cornejo. dijo...

Le felicito por su columna. Con ella me he dado cuenta que elPeriodico no tiene nada más que publicar, así que tal vez cualquier conjunto de palabras puede ser una columna. Por supuesto que no estoy menospreciando su escritura, o su capacidad de análisis o quizá su narrativa cremosa, únicamente las letras compuestas dentro de la columna titulada “Mayo”. ¡Mal final para un lindo mes! No es mi intención enojarla, sino decirle que quizá podría introducir un poco más de fondo a su espacio, ya que tiene esa oportunidad. Es un privilegio, así que aprovéchelo. No sé si esta columna tiene un horizonte o es una composición desordenada de ideas tras los ventanales de mayo cubiertos con una lluvia sempiterna. Acepte pues estas críticas, ya que de bandera tiene la democracia (que tanta falta le hace en la práctica a nuestro país) y quizá regrese a sus textos esenciales para reconocer la auténtica labor de escribir. En síntesis mírese al espejo antes de dormir y siéntese tranquila de la imagen que refleja.