Octubre es y será siempre el mes insurrecto por excelencia. Es azul, es utópico, huele a esperanza y también a revolución. En Guatemala celebramos el 20 de octubre con nostalgia por los tiempos en que los jóvenes eran capaces de botar dictaduras, de salir a las calles y exigir sus derechos. Ya casi no queda nada de eso, hoy los chavitos han sufrido alguna tipo de parálisis mental, quizá producto del exceso de televisión, y pocos, si no es que ninguno son capaces de mover su traserito para ayudar a los demás, ni para hacer de este mundo un mejor lugar para vivir.
Por ello quizá es que figuras y mitos como el del Ché Guevara aún sobreviven, aunque es cierto que banalizados y comercializados hasta el cansancio en camisetas, libros, llaveros y posters. Pero hay algo en ese argentino muerto ya hace cuarenta años, que sobrevive y que lo hace especial ¿Qué es? No es solo su lo guapo que era, ni lo lindo que se le veía la boina con la estrella, tampoco es su barba de rebelde, ni su mirada altiva y soñadora.
El Ché Guevara representa los sueños, los ideales más nobles, representa la capacidad del ser humano de lograr ponerse en los pies de los otros para entender su realidad. Representa el espíritu de cambio, de aventura, de insurrección. Y esas son los valores que yo rescataría de esa figura, que lamentablemente ha sido prostituida por los mercaderes de la vida, que no respetan ni a sus madres.
Octubre es un buen mes para pensar en la revolución, para pasar del discurso a la acción y para recordar aquella canción que dice así: porque el dolor no ha matado a la utopía, / porque el amor es eternoy la gente que te ama no te olvida./ Tú sabías bien desde aquella vez/ que ibas a crecer que ibas a quedar/porque la fe clara limpia las heridas,/porque tu espíritu es humilde/y reencarnas en los pobres y en sus vidas./ Después de tanto tiempo y tanta tempestad.../Son los sueños todavía/ los que tiran de la gente/ como un imán que los une cada día./ No se trata de molinos,/no se trata de un Quijote,/algo se templa en el alma de los hombres,/una virtud que se eleva por encima/ de los títulos y nombres.
(Columna de El Quetzalteco del martes 16 de octubre 2006)
2 comentarios:
hola solo te escribo para felicitarte por la columna escrita del Che, tienes toda la razon al decir que todos esos valores se han perdido y que debemos preocuparnos y ocuparnos para empezar a recuperarlos muchas felicidades y sigue adelante
Hola, es un gusto poder saludarte por este medio,,,, interesante lo que escribes y respeto tu forma de pensar, pienso que tienes razón en algunas cosas, respecto a que los jovenes de hoy día tienen mucha influencia, como tu dices quiza producto del exceso de televisión lo diria de otra forma, pero igual pienso que tu eres una joven tambien, victima circunstancial de los modismos extranjeros recuerdo que mi abuelo me decia aqui no se dice chavo se dice patojo pero bueno es libertad de expresión,,,,,, pienso la juventud en relación a una revolución simplemente es manipulación de masas, creo que como país de Guatemala no solo es la juventudad sino todos los estratos sociales que la conforman,,,,, es cierto a mi me da mucho enojo algunos jovenes con poco criterio es cuestión de analizar hoy día simplemente es el espejo de lo que otros viejos si se podria decir así han legado...
Bendiciones...
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