(Ilustración bajada del facebook de Julio Hernández sin permiso previo.)
Aún no he visto la película "Gasolina" con la que Julio Hernández Cordón sorprendió a los asistentes del 56 Festival de Cine de San Sebastián y ganó el premio Horizontes Lejanos, que reconoce con 35 mil euros a la mejor cinta latinoamericana. Pero desde que me enteré que la cinta filmada en Guatemala, participaría por segunda vez en este prestigioso festival, me sentí orgullosa de ser testigo de cómo cualquier sueño puede cumplirse cuando hay amor, mucho trabajo y cuando la gente alrededor también confía en ti.
Porque este premio, no es sólo de Julio, sino de un equipo muy grande de profesionales y entusiastas, que al saber de este proyecto no dudaron en donar desde obras de arte, hasta tiempo, contactos y mucho trabajo para lograr el milagro, no sólo de hacer cine en este país, sino de conseguir un acabado tan bueno y profesional que pudo codearse sin pena, y salir triunfador ante otras películas que contaron con más recursos financieros.
Sonidistas, camarógrafos, actores, luminotécnicos, carga chivas, productores, maquillistas, artistas de todas las ramas y un sin fin de gente corriente participan en la industria del cine, que en Guatemala, apenas está naciendo pero que ya da sus frutos.
En el horizonte vienen nuevas películas como Fe, de Alejo Crisóstomo (Premiado en el Festival Internacional de Locarno), Mario Rosales pronto estrenará Lencho su primer largometraje y la Casa Comal no se duerme en sus laureles. Sé también del trabajo que Mendel Samayoa, Misha Prince, Uli Stelzner y muchos otros realizan para filmar en este país en condiciones poco recomendables.
Ojalá que los congresistas guatemaltecos, vean las implicaciones de este premio (más importante que el Latin American Idol) y se apresuren a aprobar la Ley al fomento cinematográfico.
La gasolina ya está, sólo hace falta el fosforazo.
(Lucha libre publicada el 1 de octubre del 2008 en el Periódico)