martes, 18 de enero de 2011

Mi asco


No puedo tener la más mínima simpatía política por ningún partido que pinte con sus horribles colores de guerra cada poste y piedra que encuentre. No me importa si el candidato se siente académico o dirige una prestigiosa iglesia multitudinaria. No me importa el tamaño de sus huevos, ni su repugnante patriotismo. Simplemente no les creo, no puedo creerles nada. Me parece que son una mala broma de la vida. Nos están gritando en nuestra cara; ignorantes, estúpidos, borregos. Y nosotros sonreímos misericordiosos.

El mensaje atrás de cada pinta de esas, de cada árbol vestido de verde deseperanza o de naranja masacre es de robo, desperdicio, infamia. ¿Cuánto dinero invierte cada partido político en esa estupidez? ¿Cuántos talleres de pintura gratuitos podrían realizarse para jóvenes con lo que gastan en vestir piedras? ¿Cuántas exposiciones artísticas o festivales podrían patrocinarse con ese dinero? ¿Cuántas casas o siquiátricos podrían remodelarse? ¿De dónde salen los millones de quetzales que desperdician cada cuatro años? y ¿Cómo pagan eso?

Ese gasto inútil y de pésimo gusto pre electoral es la prueba anticipada de cómo piensan, gastan y se comportan los políticos guatemaltecos. ¿Cuáles son sus prioridades, sus necesidades, sus capacidades? Y la respuesta es francamente desalentadora, todos parecen ser chapuceros por excelencia, gente sin sentido común, ni imaginación ni talento.

Ya estará naciendo un movimiento de artistas, grafiteros, publicistas, diseñadores, creativos o ciudadanos cansados de lo mismo, capaces de proponer y crear algún tipo de desintoxicación visual pre electoral: una limpia que nos permita entrar a las elecciones de fin de año con la cabeza clara.

Lo agradecería, antes de que tanto asco me provoque arcadas.

(Lucha libre publicada el miércoles 19 de enero del 2011).

8 comentarios:

Erick dijo...

Así como son de sucias las elecciones internamente se refleja en lo externo y lo visual. Desde ya uno puede apreciar (o despreciar en nuestro caso) arboles, piedras, paredes, postes y cuanta cosa estática pintada de colores que hacen alusión a un partido político. Solo porque se vería antiético pintar a los chuchos callejeros, sino hasta eso veríamos allí, los pobres animales coloreados de alguna broma política de mal gusto con el afán de "dis" que hacer propaganda, cuando la propaganda ya está mas vendida que saber que con bolsitas solidarias. En vez de tanta porquería deberían hacer los preservativos solidarios, los talleres de pintura solidarios, educación sexual solidaria y un sin fin de cosas que ayudaría a nuestro país a volverse rico pero a nivel social y cultural. Muy interesante tu entrada de blog, gracias por compartirla, un saludo.

Jorge Letona dijo...

Genial!

Unknown dijo...

Pues les cuento que en el FB hay un grupo que quiere "intervenir" artísticamente estas pintas con algo creativo, lindo y divertido. Se aceptan ideas, sugerencias, etc!!!

Miguel Angel Figueroa dijo...

Estimada y muy apreciada Lucía:

Le saludo cordialmente y no es de mi parecer hacer comentarios en el mismo periódico. Hoy que leí su columna me sentí reflejado; si yo tuviera la capacidad de Usted de proyectar el pensamiento en las letras, habría escrito eso, y así.

Le agradezco que de su pluma (o de su "compu") nos de esas catarsis y chispas formativas de opinión.

Un abrazo

miguelángel figueroa

Erwin Armando Concuá dijo...

Ojala que usted tuviera la oportunidad de dirigirse no sólo a la elite cultural a través de El Periódico, sino a las masas de Nuestro Diario.

Juan Pablo Dardón dijo...

BRAVO.

Nancy Santizo dijo...

si no se enfocaran solo en buscar el bien para si mismos y llegar a las autoridades del país solamente para que su familia progrese, en las elecciones podrian darse a conocer realizando o comenzando las obras que 'dicen' que haran en la Presidencia. En lugar de andar 'decorando' ( lo cual solo perturba mas la vista ) en recursos naturales, deberian cuidar los recursos que tenemos y comenzar siendo solidarios EDUCANDO que es lo que mas necesitamos para poder entrar en la realidad que vivimos.

Anónimo dijo...

Es que son un insulto. Me parece que los políticos entienden que cuanto antes empecemos a ver sus colores y sus ridículas frases convencerán a más personas de brindarles su voto, porque un plan de gobierno (¿existirá alguno?) no convence a nadie.

Seguramente somos estúpidos y planes y proyectos no los podemos entender.

Saludos