jueves, 19 de febrero de 2015

De pulmones colectivos

La capital de Guatemala es una de las ciudades más grises, feas y contaminadas del mundo. Álvaro Arzú ha sido bastante inepto para tratar el tema ecológico. En tantos años frente a la Municipalidad, no ha resuelto los principales problemas de contaminación ambiental que afectan cada vez más a los capitalinos. Y no parece tener interés en hacerlo ya que acaba de autorizar la inminente destrucción del primer parque ecológico y deportivo de la ciudad, ubicado en el barranco de Cayalá, un pulmón verde que podría llegar a beneficiar a cerca de 500 mil capitalinos. La Empresa Grupo Terrum Desarrollos inició hace poco movimientos de tierra para la construcción de tres torres de apartamentos del Proyecto Acanto Cayalá adentro del barranco. Marco V. Cerezo, director de Fundaeco asegura en una carta pública al alcalde que el diseño actual tendrá efectos ambientales muy negativos, ya que la construcción se realizará en el mismo corazón del Cinturón Ecológico Metropolitano, CEM, destruyendo el corredor ecológico entre la calzada La Paz y el bulevar Rafael Landívar y sentará un pésimo precedente para la conservación ambiental en la capital. Esta organización ambiental solicita la conformación de una comisión técnica que investigue por qué se continúan dando licencias de construcción dentro de los pocos barrancos boscosos metropolitanos, los cuales son vitales para la recarga hídrica de los pozos de agua de la ciudad, para la producción de aire puro y para la recreación en un entorno natural, entre otros beneficios. ¿Será mucho pedir que los capitalinos se empiecen a preocupar por la calidad del aire y agua que consumen? (La lucha libre publicada el 18 de febrero del 2015 en elPeriódico).

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