Esas flores rojas que no son flores pero si rojas. Es en diciembre cuando se vuelven las populares de la casa. Las madres las acarician con cuidado para no dañarlas, les dan agua, un poco de sol y cuidado. Compiten con el pinabete por un lugar especial en
Mi madre nos decía que había que tratarlas con cuidado cuando nos veía saltar encima de ellas con gracia y desparpajo.
Yo no creía que eran de verdad y de pequeña me gustaba pellizcarles los pétalos -ahora se que no se llaman así sino brácteas- para ver de que color le salía el líquido que yo imaginaba sangre.
Mi mamá se enojaba pero como era Navidad tenía que perdonarnos.
Así hasta el próximo diciembre cuando las pascuas volvían aparecer…
(Publicado en Siglo XXI el 24 de diciembre...creo)
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