lunes, 12 de mayo de 2008

Sotz'il


Algunos kilómetros después del cruce Los Encuentros se encuentra la comunidad de El Tablón, Sololá. Papas, zanahorias y otras hortalizas bañadas con la neblina intensa de las montañas boscosas salen diariamente en camiones hacia los cuatro puntos cardinales.
Esa región kaqchikel parió en el año dos mil, un grupo de artistas multidisciplinarios bajo el nombre de Sotz'il (el murciélago). Diez espíritus inquietos dedicados a explorar en sus raíces mayas, la tradición artística de la danza, el teatro y la música. El movimiento tiene hoy una sede; la Casa del Murciélago, que es un lugar entre maizales, especie de centro de aprendizaje y experimentación artística.
Con una dedicación y profesionalismo excepcionales han logrado crear un argumento artístico basado en el Pop Wuj que se escapa alegremente de los esquemas folklóricos de cualquier compañía de teatro similar. Será quizá, su constante y rigurosa búsqueda espiritual la que los ha llevado a entrevistar a cientos de ancianos, tatas y nanas para buscar su sabiduría en la exploración y creación de cada montaje que realizan. El fruto de esta búsqueda se ve reflejado con la respuesta asombrada y agradecida del público que ha tenido la oportunidad de ver sus obras.
Los jóvenes, la mayoría graduados de la primera escuela bilingüe de la región, se confiesan portavoces de un legado ancestral digno, que a pesar de explorar con éxito la comicidad, no deja de ser serio y en algunos casos incluso, intensamente emocional. Ellos son el reflejo más brillante de la cultura maya en constante viaje evolutivo hacia el futuro.
Tuve la oportunidad de presenciar en Panajachel; Ajch'owen (el artista), un montaje que fue validado antes de ser presentado en publico por los guías espirituales (ajq'ij) del área quiché, quienes dijeron, esto si, esto no. Mi reacción, al igual que la del público presente fue de absoluto asombro y respeto. No podría describirla, pues como dicen ellos, es una experiencia que sólo viviéndola adquiere su significado verdadero. Pero puedo decir que algo adentro de mi alma, vibro de una manera especial. Pude sentir una comunión con el trabajo que realizan, mi identidad como guatemalteca se vio revitalizada y el orgullo de ser parte de esta tierra heredera de los mayas.
Mil gracias a Sotz'il por ese intenso regalo del pasado al presente.


(Columna Lucha Libre del martes 13 de mayo del 2008 en el Quetzlateco)

2 comentarios:

la-filistea dijo...

Es de esas cosas que viéndolas te dejan con la boca abierta.Aunque te expresaste bien para darnos a conocer el trabajo artístico de Sotz'il.

Me acordé cuando mi mejor amiga se casó y su boda la hicieron en San Juan Sacatepequez, al estilo de ellos.Creo que la más feliz en la boda era yo.

Saludos Lucía.

Anónimo dijo...

Tuve la suerte de conocer -porque estudiamos juntos un par de años- a uno de los iniciadores del grupo, Lorenzo P., quien ha dedicado mucho tiempo realizando investigaciones para enriquecer el repertorio del grupo, que como bien decís, escapa de las mamadas folclóricas calibre Inguat.

He tenido la suerte de verlos un par de veces en acción, y de verdad que su calidad artística es enorme.

Gracias por hacer una precisa descripción de ellos y un saludo hasta mi lindo pueblo, Lucha.

chrktl.