miércoles, 17 de septiembre de 2008

Regalos patrios

Son cientos, miles… ¿podrían ser millones? Los vi casi todo el mes: jóvenes, niños y niñas, deseosos de servir a la patria, de agasajarla, de quererla y demostrar que son capaces de grandes esfuerzos físicos por ella.
Bajo la lluvia y el Sol, estudiantes de colegios e institutos marcharon una y otra vez, corrieron con antorchas, recitaron de memoria himnos, poemas y discursos al terruño. Todo este agasajo patriótico fue financiado por padres y sobre todo, madres de familia, quienes hicieron milagros para estirar el dinero que permitiera a la nena estrenar su traje brillante de batonista, sus botas negras y su sombrerito de terciopelo. O que el niño pudiera llevar un redoblante nuevo y su faja bien puesta.
Pero el resultado fue lamentable, por no decir patético, en casi todas las marchas. No puede ser que meses y meses de ensayo lleven a un resultado tan pobre. Las bandas –por lo menos las que vi en Panajachel–, tocaban desafinado, se machucaban entre sí, o eran completamente aburridas, barrocas y angustiantes. ¿Será la desnutrición?
En Quetzaltenango, los jóvenes de dos colegios llegaron a los golpes, en pleno grito de independencia. En las carreteras, algunos estudiantes, se dedicaban a tirar bolsas de agua a los conductores, exponiéndolos y exponiéndose a accidentes automovilísticos. Qué desperdicio de esfuerzo, qué derroche de entusiasmo en actividades estériles. ¡Y no hablemos de los bolos!
Me enferma que los adultos y catedráticos sean incapaces de guiar toda esa fuerza y entusiasmo en algo concreto, bonito y amable para la patria. ¿Por qué no motivar otro tipo de excusiones? Hacer caminatas para conocer Guatemala, brigadas de siembra de árboles o de limpieza de ríos, lagos y playas.
Darle un lindo regalo a la patria, no sólo vergüenzas.

(Lucha libre publicada en elPeriodico el miércoles 17 de septiembre del 2008)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hasta que punto tocar un instrumento, recitar poemas y tanta otra mitica ritual puede llegar a ser una ayuda para construir un nuevo pais, todo eso es un esfuerzo inútil, por no decir tonto. Como seria algo asi como brigadas patrioticas de construccion de viviendas, alfabetización, recolección de basura, (eliminación de mareros), actividades deportivas, paneles o foros de problemas y realidades sociales, esos solo son algunos ejemplitos que se me ocurren a la carrera. Debemos de hacer del guatemalteco un ciudadano realmente patriotico del alma y no de maquillaje septembrino. Saludos.

Anónimo dijo...

Yo considero que no debe criticar asi a los jovenes, ellos dan lo mejor de si, talvez no saben o no tienen todo el backround cultural que usted tiene para saber que se ve bien y que no, que es cool y no, pero lo hacen con ocorazon, con espiritu, algo que algunos guatemaltecos no tienen, como usted, que se graduo de un colegio "americano" y por eso no le gustan las marchas, y las cosas chapinas.. quizá quisiera que se hiciera un cena con pavo para celebrar el cumpleaños de la patria

Anónimo dijo...

yo no se si me hijo desfilo con una de esas bandas desnutridas , prefiero pensar que si desayuno antes de desfilar por cuadras , cargando el redoblante , yo tambien cargue el redoblante con hambre pero de artista , queria sobresalir con mi tambor viejo y mi traje fiado , porque mi madre no lo podia pagar el dia indicado , asi que el gorrito y el traje eran fiados , como casi todo en mi vida ,
mi hijo desfilo el lunes , espero por las fotos que dijo me va dar en un cd , los ninos son digitales , mi soledad tambien ,
soledad digital

Andrea Grimaldi dijo...

Aca se aplica que todo depende del cristal con que se mire.

Si sos un niño y te besan en la boca, crees que es algo normal. Si te imponen la idea que amar a la patria es saberse los simbolos y celebrar la independencia, entonces eso hacés. Nadie les dice que eso es completamente improductivo. Nadie les dice que toda esa simbología fue creada como una de tantas formas de manejar a las masas. Ni siquiera les enseñan a entender a derechas el himno nacional. Un niño acepta lo que alguien mayor le enseña como mundo.
El niño es feliz tocando el redoblante. El país se llena de picapica azul y blanco cada 15 de septiembre.
Como la mayor parte de los problemas que nos aquejan, todo esto se debe a la idiosincracia. Pero el guatemalteco se caracteriza por temerle al cambio. Mientras no haya reformas culturales, el país seguirá en vías de sub-desarrollo.