miércoles, 30 de abril de 2014

Instituto Guatemalteco de Saqueo Sistemático

Necesitamos estar sanos para tener una vida digna. Los gobiernos deberían tener como prioridad la salud de sus ciudadanos. Con la salud no se juega, no se roba el dinero de las medicinas, no se quita a los enfermos. Eso es una ley de mínima humanidad. Pero leo las noticias y me entristezco. Este 2014, el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (o Instituto Guatemalteco de Saqueo Sistemático) gastará Q55 millones en pagar el sueldo de 346 asesores, muchos de dudosa honorabilidad e incluso algunos acusados de fraude financiero. Los asesores no tienen horario laboral y ganan mucho más que un médico que cumple turnos de 24 horas diarias. He visto a mis padres gastar días enteros en el laberinto burocrático de la seguridad social. He visto enfermos apilados en los pasillos. He visto puestos de salud más pobres que el botiquín de mi casa. He visto el esfuerzo de médicos que ponen de sus bolsillos para remozar alguna sala de atención a niños o para equipo médico. He visto la impaciencia en los “pacientes” que buscan respuestas para sus males en el servicio social que han pagado durante años. He visto morir gente por la falta de recursos en los hospitales nacionales. Y todo eso, bajo la mirada indiferente de los gobernantes. Me indigna tanto derroche y que no seamos capaces de evitar tanto saqueo. A los responsables de desfalcar la seguridad social, habría que desearles que algún día necesiten del IGSS para salvar sus vidas o la de sus seres amados. Solo eso.

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