miércoles, 27 de agosto de 2014

Q' anil

Los mercados de pueblo son de mis cosas favoritas de Guatemala, me encanta llenar mi canasta, ojos y vida de un sinfín de colores, olores y sabores únicos. Se me hace agua la boca pensando en una tortilla negra con aguacate y unas gotitas de limón o un mango verde con pepitoria y chile cobanero. Mmm… Algo tan sencillo y único, tan gourmet y tan imposible de encontrar en países civilizados en donde tienen cosas sorprendentes pero carecen de lo simple. En Europa la gente compra el limón en botella, el guacamol en bolsa y las frutas que no son de temporada en lata. Los vegetales que sí venden en supermercados son carísimos y saben insípido. Por supuesto también existen los productos “orgánicos” o “bio” pero los precios son altísimos. En ese sentido, Guatemala es un paraíso pero estamos a punto de perderlo. Los diputados del Congreso (pasarán a la historia como los más siniestros de todos los tiempos) aprobaron la Ley para la Protección de Obtenciones Vegetales, Decreto Legislativo 19-2014, un monstruo que favorece sobre todo a la empresa Monsanto y pone en peligro la seguridad alimentaria de los guatemaltecos abriendo la posibilidad de criminalizar a los campesinos que utilicen semillas no patentadas. Es el colmo de los colmos, del robo y del despojo sistemático que este desgobierno nos está haciendo. Confío en que logren derogar esa Ley que es inconstitucional e inmoral, y si no se puede, ojalá que la piratería de semillas orgánicas se multiplique, que nos declaremos rebeldes y resistentes contra la empresa de muerte q
ue es Monsanto. ¿Usted qué opina? Foto robada del El Salmon.

No hay comentarios: