Que lejana aquella época de oro, quizá eran los tiempos de Sodoma y Gomorra cuando no existían las enfermedades de transmisión sexual y todo era placer, felicidad, libido y alegría.
Pero a nosotros, humanos del siglo XXI nos tocaron tiempos perversos, donde por una parte se estimula hasta el hartazgo el deseo sexual y se exaltan los valores sensuales, pero se señala con el dedo y el desdén a quienes hacen uso sin complejos de sus facultades amatorias. Y encima, tenemos la amenaza siempre latente de las ETS y el VIH/SIDA.
Hoy en día, las mujeres son empujadas por la publicidad y la televisión a ser bombas sexuales casi antes de cumplir los 12 años, y por otro lado son presionadas socialmente por la pureza milagrosa de la Virgen María, la imposible por excelencia: madre y virgen a la vez.
¿Qué rutas tenemos para vivir nuestro cuerpo y sexualidad sin culpabilidades ni hipocresías?
He visto como la sociedad entera hace lo imposible por evitar que los jóvenes tomen decisiones en base a sus propios valores, sueños e ilusiones, negándoles constantemente información seria y verdadera sobre derechos sexuales. Mantener en una burbuja de ignorancia a los adolescentes una trampa mortal, es querer negar la esencia de una edad donde las hormonas tienen más poder real que los diez mandamientos de papá y mamá. La castidad no se puede imponer, es una decisión personal y casi siempre temporal.
Las calenturas son las calenturas, y alguien sin información tiene más posibilidades reales de adquirir VIH/SIDA que una persona conocedora de las consecuencias de sus actos.
¡Que se regalen condones en las escuelas, colegios y universidades! ¡Que liberen de impuestos los anticonceptivos! ¡Que la información sea mas promiscua! ¡Que a nadie le de vergüenza proponer y/o exigir el condón en una relación! ¡Que se extingan los irresponsables en la cama y los neuróticos sexuales!
Pero a nosotros, humanos del siglo XXI nos tocaron tiempos perversos, donde por una parte se estimula hasta el hartazgo el deseo sexual y se exaltan los valores sensuales, pero se señala con el dedo y el desdén a quienes hacen uso sin complejos de sus facultades amatorias. Y encima, tenemos la amenaza siempre latente de las ETS y el VIH/SIDA.
Hoy en día, las mujeres son empujadas por la publicidad y la televisión a ser bombas sexuales casi antes de cumplir los 12 años, y por otro lado son presionadas socialmente por la pureza milagrosa de la Virgen María, la imposible por excelencia: madre y virgen a la vez.
¿Qué rutas tenemos para vivir nuestro cuerpo y sexualidad sin culpabilidades ni hipocresías?
He visto como la sociedad entera hace lo imposible por evitar que los jóvenes tomen decisiones en base a sus propios valores, sueños e ilusiones, negándoles constantemente información seria y verdadera sobre derechos sexuales. Mantener en una burbuja de ignorancia a los adolescentes una trampa mortal, es querer negar la esencia de una edad donde las hormonas tienen más poder real que los diez mandamientos de papá y mamá. La castidad no se puede imponer, es una decisión personal y casi siempre temporal.
Las calenturas son las calenturas, y alguien sin información tiene más posibilidades reales de adquirir VIH/SIDA que una persona conocedora de las consecuencias de sus actos.
¡Que se regalen condones en las escuelas, colegios y universidades! ¡Que liberen de impuestos los anticonceptivos! ¡Que la información sea mas promiscua! ¡Que a nadie le de vergüenza proponer y/o exigir el condón en una relación! ¡Que se extingan los irresponsables en la cama y los neuróticos sexuales!
(A proposito del 1 de diciembre, dia mundial contra el VIH/SIDA mi Lucha Libre publicada el 28 de noviembre del 2007 en elPeriódico).
3 comentarios:
como por ejemplo el Arzobispo "Rodolfo Cardenal Quezada Toruño" que dice que para qué va uno a usar un condón, si eso es como chuparse un dulce sin quitarle el papel. Vaya pues, las conclusiones a las que llega teorizando, supongo, o es que no pudo sublimar el deseo sexual y se chupo un dulce sin papel?
Quezada no tiene ni SEXO, que jodidos va a decir al respecto!
De acuerdo en 100% esta vez, no solo por salud fisica, sino mental!
Pues si con que descaro se atreven a hablar de algo que no conocen, que no saben ni como funciona.
En fin...creo que muchas religiones, sobre todo la catolica y evangelica han causado mucho daño en la siquis de los creyentes. Se de muchos casos por ejemplo, donde jovenes graduadas de colegios de monjitas de grandes no pueden tener orgasmos por la culpa de estar haciendo algo malo y pecaminaso. Eso es grave, en serio.
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