La Asociación Médicos Descalzos Chinique y el Comité de la Casa Prodesarrollo de Chinique a la opinión pública nacional e internacional, hace saber lo siguiente:
En el año 1989, en el municipio de Chinique, el Quiché, el comité Casa Prodesarrollo, (quienes posteriormente, en 1993 fundamos la entidad local, Médicos Descalzos Chinique) con el apoyo del entonces párroco Benito Charlemagne, recibimos una donación del CAIG –Comité de amistad para los indígenas de Guatemala- para la compra y remodelación de las instalaciones que hoy ocupamos, al adquirir la propiedad, el Comité y el Padre Benito confiaron en que poniéndola a nombre de la Diócesis de Quiché, estaban protegidos ante las amenazas que en esa época recaían sobre las personas que se organizaban, en esa década, más de cuarenta catequistas y líderes de Chinique, habían sido asesinados ya-. Ante esta situación, se entregó al comité en un acto público, un contrato de usufructo que le permitiría al Comité de la Casa Prodesarrollo, administrar y utilizar como propias dichas instalaciones por tiempo indefinido. En dicha casa hemos cumplido con el objetivo principal de trabajar por la recuperación y el desarrollo de la medicina tradicional de los Pueblos Indígenas, la cual es fundamental para el desarrollo social en las diferentes comunidades.
El Comité y Médicos Descalzos han trabajado en beneficio de las personas sin distinción por su procedencia religiosa, geográfica, social, política y étnica, propiciando hasta hoy en día un espacio de convivencia sin discriminación de ningún tipo.
Queremos aclarar que la compra de este inmueble nunca fue destinar esta casa para actividades parroquiales, ni bajo la administración de la Iglesia Católica, ya que la idea es tener un espacio donde los diferentes líderes y liderezas de las comunidades indígenas tengan un espacio donde puedan desarrollar e intercambiar sus conocimientos ancestrales.
En los últimos meses, representantes de la Iglesia Católica en Chinique, párroco, consejo, junta y equipo parroquial, reclaman las instalaciones de la Casa Prodesarrollo para ser administrada por la Iglesia Católica a partir del 1 de enero de 2008, y llevar a cabo ahí sus actividades, dejando a los ancianos y ancianas indígenas sin el espacio para seguir desarrollando sus conocimientos. Lo anterior, ha sido avalado por el actual Obispo del Quiché, Monseñor Mario Alberto Molina Palma.
La diócesis del Quiché al avalar este reclamo y querer ocupar esta casa, está violando un acuerdo ético y moral adquirido por la Diócesis para con el comité de la Casa Prodesarrollo (en ese entonces la Diócesis del Quiché estaba representada por Monseñor Julio Cabrera).
Los pueblos Indígenas tienen derechos y demandas que son respaldados por leyes nacionales e internacionales como: El Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas, El CONVENIO 169 de la OIT, La declaración de Naciones Unidas, en la que Guatemala fue actor en la promoción de dicho documento.
Por tanto exigimos al Obispo de Santa Cruz del Quiché
Que se respete nuestro derecho a seguir utilizando esta casa como escenario para el encuentro de saberes milenarios de los pueblos indígenas, el desarrollo de la medicina tradicional en sus distintos campos como la salud materna, infantil, la atención primaria, la atención en salud mental, así como las actividades artísticas del grupo Juventud Artística Chiniquense, y todas las demás actividades necesarias para la valorización y comprensión del trabajo y aporte que los terapeutas tradicionales hacen hoy en día en sus comunidades.
Los Pueblos Indígenas necesitan que se les de la oportunidad de seguir practicando y desarrollando sus capacidades en todos los ámbitos de la medicina, en el arte y otras iniciativas que se les ha negado por más de 500 años.
La cosmovisión de los Pueblos Indígenas no promueve agresión, marginación, discriminación, imposición o superioridad, el aporte de esta cosmovisión milenaria es la armonía entre los seres vivientes y la madre naturaleza que ahora necesitamos para enfrentar al mundo que vive desgarrado por guerras, contaminación y agresiones de todo tipo. Es por ello que pedimos a las autoridades de la Iglesia que reflexionen antes de tomar cualquier medida que atente contra las comunidades.
Cualquier acción que tome la iglesia en contra del Comité Casa Prodesarrollo, les está quitando el espacio de ancianas y ancianos de los pueblos indígenas que el Estado y las clases dominantes han venido practicando muchos años para sus beneficios. Retomando la palabra de uno de los ancianos que dijo: Quitando este espacio es como nos están quitando o matando nuestro espíritu, además atenta contra el proceso de paz y viola el acuerdo que se le otorgó a la Casa Prodesarrollo el derecho a permanecer desarrollando ahí los proyectos en conjunto con Médicos Descalzos.
En el año 1989, en el municipio de Chinique, el Quiché, el comité Casa Prodesarrollo, (quienes posteriormente, en 1993 fundamos la entidad local, Médicos Descalzos Chinique) con el apoyo del entonces párroco Benito Charlemagne, recibimos una donación del CAIG –Comité de amistad para los indígenas de Guatemala- para la compra y remodelación de las instalaciones que hoy ocupamos, al adquirir la propiedad, el Comité y el Padre Benito confiaron en que poniéndola a nombre de la Diócesis de Quiché, estaban protegidos ante las amenazas que en esa época recaían sobre las personas que se organizaban, en esa década, más de cuarenta catequistas y líderes de Chinique, habían sido asesinados ya-. Ante esta situación, se entregó al comité en un acto público, un contrato de usufructo que le permitiría al Comité de la Casa Prodesarrollo, administrar y utilizar como propias dichas instalaciones por tiempo indefinido. En dicha casa hemos cumplido con el objetivo principal de trabajar por la recuperación y el desarrollo de la medicina tradicional de los Pueblos Indígenas, la cual es fundamental para el desarrollo social en las diferentes comunidades.
El Comité y Médicos Descalzos han trabajado en beneficio de las personas sin distinción por su procedencia religiosa, geográfica, social, política y étnica, propiciando hasta hoy en día un espacio de convivencia sin discriminación de ningún tipo.
Queremos aclarar que la compra de este inmueble nunca fue destinar esta casa para actividades parroquiales, ni bajo la administración de la Iglesia Católica, ya que la idea es tener un espacio donde los diferentes líderes y liderezas de las comunidades indígenas tengan un espacio donde puedan desarrollar e intercambiar sus conocimientos ancestrales.
En los últimos meses, representantes de la Iglesia Católica en Chinique, párroco, consejo, junta y equipo parroquial, reclaman las instalaciones de la Casa Prodesarrollo para ser administrada por la Iglesia Católica a partir del 1 de enero de 2008, y llevar a cabo ahí sus actividades, dejando a los ancianos y ancianas indígenas sin el espacio para seguir desarrollando sus conocimientos. Lo anterior, ha sido avalado por el actual Obispo del Quiché, Monseñor Mario Alberto Molina Palma.
La diócesis del Quiché al avalar este reclamo y querer ocupar esta casa, está violando un acuerdo ético y moral adquirido por la Diócesis para con el comité de la Casa Prodesarrollo (en ese entonces la Diócesis del Quiché estaba representada por Monseñor Julio Cabrera).
Los pueblos Indígenas tienen derechos y demandas que son respaldados por leyes nacionales e internacionales como: El Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas, El CONVENIO 169 de la OIT, La declaración de Naciones Unidas, en la que Guatemala fue actor en la promoción de dicho documento.
Por tanto exigimos al Obispo de Santa Cruz del Quiché
Que se respete nuestro derecho a seguir utilizando esta casa como escenario para el encuentro de saberes milenarios de los pueblos indígenas, el desarrollo de la medicina tradicional en sus distintos campos como la salud materna, infantil, la atención primaria, la atención en salud mental, así como las actividades artísticas del grupo Juventud Artística Chiniquense, y todas las demás actividades necesarias para la valorización y comprensión del trabajo y aporte que los terapeutas tradicionales hacen hoy en día en sus comunidades.
Los Pueblos Indígenas necesitan que se les de la oportunidad de seguir practicando y desarrollando sus capacidades en todos los ámbitos de la medicina, en el arte y otras iniciativas que se les ha negado por más de 500 años.
La cosmovisión de los Pueblos Indígenas no promueve agresión, marginación, discriminación, imposición o superioridad, el aporte de esta cosmovisión milenaria es la armonía entre los seres vivientes y la madre naturaleza que ahora necesitamos para enfrentar al mundo que vive desgarrado por guerras, contaminación y agresiones de todo tipo. Es por ello que pedimos a las autoridades de la Iglesia que reflexionen antes de tomar cualquier medida que atente contra las comunidades.
Cualquier acción que tome la iglesia en contra del Comité Casa Prodesarrollo, les está quitando el espacio de ancianas y ancianos de los pueblos indígenas que el Estado y las clases dominantes han venido practicando muchos años para sus beneficios. Retomando la palabra de uno de los ancianos que dijo: Quitando este espacio es como nos están quitando o matando nuestro espíritu, además atenta contra el proceso de paz y viola el acuerdo que se le otorgó a la Casa Prodesarrollo el derecho a permanecer desarrollando ahí los proyectos en conjunto con Médicos Descalzos.
Asociación Médicos Descalzos - Comité Casa Prodesarrollo
Coordinación y Convergencia Nacional Maya Waqib’ Kej
Ati, la Revista del Lago
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