Lo que el viento se llevó

“Lo que el viento se llevó” es el título de una de las películas mas famosas de la historia del cine hollywoodense pero también un libro que parece un ladrillo y se lee como mantequilla. Es también la forma en que podríamos resumir los primeros cinco días del año 2008 que comenzaron con una fuerza arrolladora. Soplaron los vientos del norte y bajo la helada, quizá un pedazo de polo derretido que los hombres necios no supieron-quisieron proteger.
Con la fuerza que da viajar a 70 kilómetros por hora, el viento arrastró láminas, anuncios, árboles, vallas y hasta los carteles que no cumplieron con limpiar los partidos políticos. Fue tan poderoso el aire que pasó llevándose al diputranza de Manolo Castillo, quién ahora huye como un malandrín después de haber hecho de las suyas con el tal Montaña 3. Ojala que estos vientos frescos lo lleven bien lejos del país, quizá los amigos salvadoreños lo reclamen para aplicarle ellos mismos algo de justicia.
Además y sobre todo el año 2008 comenzó recordándonos lo vulnerables que somos como país ante los caprichos de la naturaleza. En parte del país se fue la energía eléctrica y el agua potable durante tres días. Torres de energía fueron botadas por el viento, y el caos se apodero de ciudades y poblados enteros que se vieron sumidos en la oscuridad y el desorden durante varios días.
Inmediatamente surgieron los listos, quiénes decían: “ya vieron por eso es importante hacer mas mega hidroeléctricas, esto es una prueba de lo que pasará sin no construimos otra inmediatamente”. Para mí, es al contrario, eso nos da una prueba de que lo que necesitamos es energía limpia. Los paneles solares por ejemplo deberían de ser una opción mas inteligente y efectiva pues no provocan contaminación visual (tanto cable que va de casa en casa formando telarañas en el cielo) ni correrían peligro de salir volando en caso de vientos poderosos.
Así que después de tanto aire, podemos decir al menos, que el cielo quedo con un gusto a azul y limpio, que ya quisieran en el D.F. Un cielo hermoso y grande listo para que lo llenemos con sueños e ilusiones, con nubes de alegría y esperanza.
¡Feliz año!

(Columna Lucha Diaria publicada en elQuetzalteco el martes 8 de enero del 2008)