Tratar de clasificar o entender o definir la esencia de la mujer es como querer comparar una rosa roja con un ave del paraíso o con una orquídea en peligro de extinción. Las mujeres no somos todas dulces, ni buenas, ni abnegadas, ni ordenadas, ni ahorrativas, ni manipuladoras, ni celosas, ni inconscientes. Hay de todo en la viña del señor y no es bueno querer reducir a un ser humano a conceptos tan cerrados.
No todas las mujeres sueñan con llenarse de hijitos llorones que le babeen la falda, ni todas tienen instinto maternal. Existen mujeres que no sueñan con encontrar el príncipe azul y que valoran estar solas y no mal acompañadas. No creo que alguna de las dos posiciones sea mejor que otra. Lo importante es saber que las mujeres si somos dueñas de nuestro destino y también de nuestro cuerpo. Nosotras tenemos el poder de decidir que queremos ser, hasta donde pretendemos llegar y que tanto estamos dispuestas a compartir con otro ser humano. Hace tiempo que traspasamos el papel de musas y nos pusimos del otro lado del cuadro, de la cámara, de la vida.
Amo a Simone de Beauvoir cuando dijo aquella famosa frase, hoy lema de las feministas del mundo: La mujer se hace no nace. Esto quiere decir que biología no es destino. Y que nacer con dos pechos y una vagina entre las piernas no nos condena para siempre a ser madres, esposas y abuelas. La maternidad es una opción, que cada vez mas, las mujeres se la piensan dos veces.
Este ocho de marzo, día internacional de la mujer, quiero brindar por todas aquellas mujeres que tienen el espíritu libre y que son capaces de escuchar su corazón y de saltarse los convencionalismos para intentar buscar la esencia de la felicidad aunque esto le pare los pelos al más conservador. Y quiero terminar con un poema de una gran escritora guatemalteca, maestra, amiga y abridora de brechas, Ana María Rodas:
Lavémonos el pelo y desnudemos el cuerpo/ Yo tengo y tú también/ hermana/ dos pechos/ y dos piernas y una vulva. /No somos criaturas /que subsisten con suspiros. /Ya no sonriamos/ ya no más falsas vírgenes. / Ni mártires que esperan en la cama/ el salivazo ocasional del macho. (De los poemas de la izquierda erótica 1973).
4 comentarios:
salud. si se me permite también brindar. en todo caso fui criado por dos mujeres (madre y hermana). quedaron muy pocas oportunidades para que me hiciera machista. Y sobraron para que salvara varios complejos.suerte la mía.
saludos.
p.
Así es: Ana Rodas, es de aquellas personas que preparan el camino, quitan la "cizaña" y ya después se nos hace más fácil caminar.
YO también brindo por todas aquellas que son capaces de mantenerse en pie, en una sociedad que les ha prestado muy poca atención.
Te vincularé en mi blog si no te molesta.
Saludos.
nos vemos esté sábado en la marcha pues!!!
saludos
Rebeka
gracias prado por escribir, imaginate yo con 3 hermanas, es un reino casi de mujeres, donde mi padre no hizo mas que consentirnos y hacer nuestra voluntad..jajaj
Y filistea: gracias por linkearme...yo aún tengo que actualizar eso, un dia que tengo tiempos
Y me encnataria ir a la marcha como voy todos los años pero esta vez tengo en Santiago Atitlan un festivalito, donde pondre unas pantallas, asi que desde ahi tirare mi vibra a las muejres
saludos
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