Esta de cumpleaños, la madre de todas las grandes, la señorona Tierra. Femenina es por excelencia, redonda como un vientre de mujer embarazada. Los humanos que como piojos y liendres habitamos en ella, mas chingando que ayudando, disimuladamente hacemos como que la homenajeamos. Hoy no tiro basura en la calle, fumo diez cigarros menos, dejo mi carro en casa y me voy en bicicleta, también apago el celular. Otros con más presupuesto, organizan foros, conferencias, estudios para medir el impacto del hombre sobre el planeta que habitamos.
Yo particularmente pienso que la única forma digna de celebrar a la Pachamama, es salir como un niño, dejando en casa las cosas que estorban, con un kit de jardinería en la mano y algunos arbustos en la otra. Alejarse del asfalto, del sol abrasador, caminar un poco más lejos del mundanal ruido. No importa si son semillas de lechuga o de girasol, quizá un ciprés o un cocotal y si es de los que se las llevan de gruesos pues lleve su mata tierna de Cannabis sativa o de Erythroxylum coca.
La idea es dejarse llevar por el instinto animal, buscar en los recuerdos del abuelo mono para buscar el lugar adecuado donde la tierra este fresca y suave, donde sea fácil meter la pala y remover. Lo más importante es que después de un rato, se vea en la satisfactoria necesidad de tirar los instrumentos a un lado y meter las manos en tierra, sin miedo, como si su madre estuviera muy lejos y no lo viera. Dejar que entren en contacto sus dedos con la materia a la que pronto volveremos. Sienta lo rico que es, las uñas sucias, los dedos jugando con las piedritas y la arena, la sensación dulce de la niñez que explora en el campo.
Déjese llevar, quiérala un poco, mímela, mire que madre como ella, solo hay una. Y metáfora no es.
Yo particularmente pienso que la única forma digna de celebrar a la Pachamama, es salir como un niño, dejando en casa las cosas que estorban, con un kit de jardinería en la mano y algunos arbustos en la otra. Alejarse del asfalto, del sol abrasador, caminar un poco más lejos del mundanal ruido. No importa si son semillas de lechuga o de girasol, quizá un ciprés o un cocotal y si es de los que se las llevan de gruesos pues lleve su mata tierna de Cannabis sativa o de Erythroxylum coca.
La idea es dejarse llevar por el instinto animal, buscar en los recuerdos del abuelo mono para buscar el lugar adecuado donde la tierra este fresca y suave, donde sea fácil meter la pala y remover. Lo más importante es que después de un rato, se vea en la satisfactoria necesidad de tirar los instrumentos a un lado y meter las manos en tierra, sin miedo, como si su madre estuviera muy lejos y no lo viera. Dejar que entren en contacto sus dedos con la materia a la que pronto volveremos. Sienta lo rico que es, las uñas sucias, los dedos jugando con las piedritas y la arena, la sensación dulce de la niñez que explora en el campo.
Déjese llevar, quiérala un poco, mímela, mire que madre como ella, solo hay una. Y metáfora no es.
(Columna Lucha Libre del 23 de abril del 2008 publicada en elPeriodico)
2 comentarios:
Feliz dia de la Tierra!
Una vez me acribillaron por estar diciendo que tomaba ciertas ´medidas ecólogicas' entre ellas no tirar el aceite usado por la tubería, por reciclar, blah,blah,blah.
Que la tierra se 'auto-regenera' que jamás morirá, que digamos cada día (sin darnos cuenta) se dan 'little bang' y los métodos de limpieza son fantasías.
Y como yo no me lo creo sigo al menos cuidando parte de lo que me pertenece y estar pendiente de no seguir contribuyendo a la contaminación al menos en una mínima parte!.
Saludos Lucía!
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