martes, 15 de julio de 2008

Con ganas de bailar

Es tan rico como no hablar de política y tan sano como hacer el amor sin complejos. Bailar es algo instintivo, es la expresión más justa de la alegría, del desenfado. Vea usted a los niños pequeños, que se hacen un colocho tratando de seguir el ritmo de algunos sonidos. Ellos no conocen de penas, ni de pasos, ni de vergüenzas, sólo mueven el culito como si sólo de eso se tratara la vida.

No hay viejito que no sienta algo moviéndose adentro cuando escucha alguna melodía de marimba que le trae el olor a cuerpo apretado y acoplado. Y los jóvenes que esperan con ansias que llegue el viernes para encontrar la excusa perfecta que los lleve a los brazos de alguien dispuesto a seguirles el ritmo, en completa libertad.

Hasta las milpas, que son tan serias y tan útiles para no morir de hambre, no resisten el sonido del viento soplándoles al oído coplas de amor, y poco a poquito se van doblando, se van moviendo, bailando despeinadas por quién sabe qué aires.

Bailar no sólo es un deporte, sino una terapia gratis que da vida a los que se atreven a tomarla. Con tan sólo ponerse en sintonía música y cuerpo, se va sintiendo cómo los enojos, las frustraciones y los cánceres malignos se van alejando, en busca de algún cuerpo inerte y silencioso que no conozca de estos gozos.

Así que para las represiones y los complejos más arraigados, recomiendo una buena dosis de baile y sudor. ¡Qué el Parque Central se vuelva una conga! ¡Qué los músicos nos lleven al cielo! ¡Qué el carnaval se nos enrede en el cuerpo!

No importa si es son cubano, rock clásico, tango, cumbia o psyco. Tampoco importa, si se tiene pareja, ritmo o gracia. Sólo se trata de aflojar un poco el espíritu, y dejar que liviano se ponga a bailar.

(Lucha LIbre publicada en elperiòdico el miercoles 17 de julio)

8 comentarios:

Anónimo dijo...

qué lindo artículo. Ahora me recuerda que ayer en mi pueblo murió don Elio "Ticuco", un viejito muy entusiasta en el movimiento de la 3a edad allá en Cuilapa, muy bailador. No se perdía baile de marimba, y daba gusto verle la carita bailando , hasta con un su chicle, puro patojo, con una alegría que ya la quisieramos muchos de nosotros.
Abel Alvarez

Juan Pensamiento dijo...

Y otra ventaja: Lo bailado nadie te lo quita.

EL ENMASCARADO dijo...

Mi viejo contaba una anecdota de un bolito de mi pueblo (que no era yo! pero podria ser!) que al pasar enfrente de la rocola se llevaba la manita al pecho y se ponia a bailar ceremoniosamente consigo mismo.

esnecesariohabervivido dijo...

nada más recomendable para estos días que una buena rola de dancehall!!!

Unknown dijo...

Y nadie me ha invitado a bailar....

Juan Pensamiento dijo...

El día que por fin la conozca en vivo, mi querida Lucha, la voy a invitar a bailar, estemos donde estemos, y no aceptaré un NO como respuesta...está usted oficialmente advertida.

Juan Pensamiento dijo...

Vamos a bailar "I will survive" (quizá terriblemente cantada por nosotros mismos) y a celebrar que, después de todo, el corazón se cura...

Unknown dijo...

Me encanta bailar, lo que no puedo es bailar pegado, doy muchos machucones. Alguna vez cometí la osadia de invitar a bailar marimba a Mario Monteforte Toledo con sus noventa años, llevaba casi me edad de no bailar con una chava. Y bueno despues de dos minutos, me paro y me dijo: Usted no sabe bailar, cierre las piernas, sueltese, pongase suave. Otro minuto más y mejor me dejó tirada por ahí. Pero era MMT.