domingo, 28 de diciembre de 2008

Envueltito

El regalo de Navidad que más me gusta es el tamal.
En ese pequeño paquetito de sabor se encuentra la esencia de esta fiesta creada para compartir. El tamal, sea negro o colorado, trae adentro los mejores ingredientes que la cocinera puede dar, condensando en un solo plato, amor, sabiduría y paciencia. Me encanta la forma en que viene envuelto, cuidadosamente doblado y hasta con moñita.
Además, aunque un tamal siempre es un tamal, también es una sorpresa porque son diferentes los que hace Doña Tina, con los de Doña Coni, por ejemplo. Unos traen pasas, almendras, ciruelas y otros garbanzos o aceitunas.
El tamal no sólo es un regalo completamente útil, sino que es comestible y también ecológico, ya que sus restos se extinguen en uno o dos días, contra el plástico que puede tardar 200 años en desvanecerse del planeta.
Así es que me pongo triste cuando pienso que el tamal puede desaparecer, que quizá dentro de diez años, cuando todas las sabias viejitas y pacientes cocineras se hayan muerto, el plato típico de la Navidad será el pavo enlatado (ya ni se llamará chompipe, pues a muchos le suena shumo).
Volviendo a los regalos, cuando veo a la gente abarrotando los centros comerciales, a veces tristes de no poder gastar más dinero en regalos, pienso que hemos perdido el rumbo, que creemos que lo material es más importante que lo espiritual y lo que se hace con amor.
En estos tiempos de crisis, podríamos tratar de volver a regalar galletas hechas en casa, pasteles de Navidad, trenzas de jamón y queso, jaleas caceras, fotografías, discos de música seleccionada, juguetes tradicionales o artesanías hechas a mano.
Es mejor comprar a un pequeño productor, a la vecina que intenta ganar algo de dinero extra o a la cooperativa del pueblo aquel, en lugar de darle al que más tiene, al dueño del gran supermercado, al monopolio o al que siempre nos roba.
Así que con suerte, el otro año aprendo a hacer tamales y si consigo ayuda de amigos, hijos y pareja para prepararlos, quizá hasta los invite a ustedes a probar cómo me quedaron.
¡Feliz Navidad!

(Lucha Diaria publicada el 23 de diciembre del 2008 en elQuetzalteco)

No hay comentarios: